AFAMADO ANTROPÓLOGO DICE QUE "EN CÓRDOBA NO HAY OVNIs, SON DIOSES INDIOS QUE LA VISITAN"
“He recibido de los dioses de la Pampa su antiguo y cósmico mensaje. El bastón de piedra silencioso que en el Uritorco encontrara el humilde maestro Orfelio Ulises. Habla con 8000 años de una historia sin tiempo y sin espacio”.
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| Prof. Guillermo Alfredo terrera |
Estos versos pertenecen al poema “Argentinia” escrito por el doctor Guillermo Terrera, un abogado cordobés que tiene una prolífera obra intelectual, docente y de investigación antropológica, en la que se distingue como constante el intento de acercamiento al conocimiento del ser humano.
Amigo de importantes líderes políticos y espirituales, viajero incansable, lúcido observador, autor de 50 libros, lleva en el ADN que define su individualidad genética una historia de apego a la tierra que se inicia en sus antecesores, venidos al país hace más de cuatro siglos con el grupo colonizador encabezado por Jerónimo Luis de Cabrera el fundador de Córdoba. Terrera busca ahora la evidencia de la vida en las sierras de Córdoba. Flash estuvo en su casa de San Isidro vió imágenes obtenidas en el cerro uritorco y escuchó el análisis y el relato de la aparición de luces que explicó el doctor Terrera.
Los dioses solares de los comechingones han venido a nuestro encuentro en el Uritorco. Ellos han respondido a la convocatoria que les hicimos, o con el maestro tibetano Saruma, quién vino meses atrás especialmente para conocer el bastón de mando que tengo en mi poder desde hace casi 40 años. Estos dioses solares son energía, son fuerzas en forma de luces más o menos intensas, con perfiles y colores diversos, son entidades cósmicas a las que les llamamos naves, término que les asignamos por convención, sin que esto signifique que son aparatos aéreos, como algunos interpretan por ignorancia.
Hay quién le da el nombre de OVNI pero siendo así la referencia es a objetos hechos por la tecnología, con formas materiales y estas formas cósmicas nada tienen de eso. Con criterio científico nosotros desechamos la existencia de naves tecnológicas hasta tanto tengamos elementos de juicio para afirmar que son tales…
Mientras queda con el beneficio de la duda, ¿qué elementos tiene para afirmar en la concepción de que son entidades cósmicas no materiales?
Nosotros y cuando le digo nosotros le hablo de un equipo en el que estamos médicos, estudiosos de historia, geólogos, antropólogos, religiosos, físicos, ingenieros, hacemos un planteo metafísico de esta problemática conocida desde hace miles de años y transmitida por tradición oral, aunque no con esta interpretación.
Estas deidades tienen su nombre, y al convocarlas por él, con actitud de respeto, de reverencia, de amistosidad, con mantras especiales, se acercan y responden a lo que le consultamos... Pasamos muchas noches en las serranías llamándolos. Hemos grabado los mantras en los que se percibe por la unidad de voces y de conciencias, una gran fuerza qué es la que atrae a las deidades comechingones. Los indios usaban esos mismos mantras para energetizarse y estar con todas las luces antes de ir a la lucha, los caballos también se cargaban de esa misma vibración y arremetían en la primera línea de combate, con el mayor coraje. Era común que pasarán hasta 10 horas en ese proceso, con el que de algún modo se preparaban mentalmente para avanzar y vencer. Nosotros usamos mantras de identificación, no sólo de los indios, sino también tibetanos, porque esta es una religión solar, como la comechingona. En una sola noche el maestro tibetano levantó 22 luces...
¿Cuando usted dice 22 luces? ¿dice 22 dioses doctor?
Sí y no sólo con estas palabras sagradas, sino diciéndoles en palabra o con el pensamiento: “vení, acércate aquí está tu hermano, dame tu espíritu”. De alguna manera, con este proceso, nos poníamos en onda con ellos.
¿Que le preguntaban? ¿cuál era el código de comunicación?
Esos dioses, son maestros que hablan mentalmente, y las respuestas se perciben con toda claridad. En un viaje, uno de ellos me dictó el poema “Argentinia”, que es una síntesis de la situación del mundo de hoy y los caminos para cambiar. Las preguntas no tenían nada de egoísta, versaban sobre política, infraestructura social y económica, producción, es decir con vistas a la integración de un hombre espiritual, en unidad con el cosmos. Luego de uno de estos contactos, me interesé por las represas brasileñas, porque ellos me lo indicaron. Sobrevolé el Amazonas y ví el desastre que hicieron los brasileños con los bosques y el agua, también descubrí la política norteamericana de limpiarse de su putrefacción y de lanzamiento del demonio a todo el mundo. Estos encuentros me dieron una omnicompresión de la cuestión humana.
Para llegar a esa omnicomprensión es fundamental una sólida formación intelectual y una solidez emocional, porque si no caería en una actitud mesiánica religiosa.
Tiene usted razón. Esas actitudes mesiánicas son propias de los farsantes e ignorantes, que lucran con estos asuntos, porque los ponen al servicio de su vanidad y de su bolsillo. No hay naves tecnológicas, cuando aparecen las luces y luego se encuentran los pastos quemados, se forma un campo magnético en el que hay concentración de energías de polo contrario, y por esa diferencia del arco voltaico se destruye la hierba o aparecen cenizas. Algunos le llaman Ángeles a estas deidades, y esto es también aceptable, porque son ángeles solares. Los físicos explican que estas entidades, toman luz por el proceso físico fotónico, en el que en combinación con el medio ambiente, se producen las formas circulares con colas o triangulares. Hemos estado 15 horas durante las noches en diálogo con ellos ,queriendo recibir sus mensajes, haciéndoles el saludo del sol, que hacen los orientales para recibir energía solar
¿Cómo se acercó usted a esta problemática?
Me he preparado tal vez sin saberlo, para ello. Muy joven tuve un maestro formado en las disciplinas tibetanas, Orfelio Ulises Herrera, que me introdujo en este campo, él me entregó el bastón de mando de los comechingones en 1948, con la promesa de mi parte, de guardar silencio de su tenencia. El período se cumplió y es por eso que recién hoy hablo de él, este símbolo de poder fue pretendido por Hitler y también por Perón, pero ninguno lo pudo obtener. Sabiendo de su significado, es que Hitler mandó a buscar la famosa piedra azul, como se la llama. Guardada en Córdoba mucho tiempo, ahora la tengo en mi custodia. Son 8000 años de historia, que vibran en su superficie oscura, es la síntesis de una raza, es un símbolo de poder y es también un mundo de secretos.
¿Hasta cuándo estará en sus manos?
Hasta mi muerte, en estos años de silencio, de verdadera maduración, hubo cambios significativos en mi ser. Está a mi cargo. Él me dice: “mi patrón”. Los maestros me dieron una carga para que transmita el mensaje. Después de mi muerte, los dioses eligirán el nuevo patrón.
Usted habla de un mensaje. ¿Cuál es ese mensaje doctor?.
Mi vida ha sido de estudio y de trabajo. Líderes políticos y religiosos se han interesado por mi obra, incluso el papa Juan Pablo II tomó de una de ellas, algunos párrafos para sus mensajes. Mi integración al hombre universal es cada día más profunda... He aquí varios mensajes y es probable que este reportaje, en el que hablo de los dioses de los comechingones y del bastón de mando, también sea parte de ese mensaje... Ya me indicarán ellos que debo comunicar. Mientras tanto, organizo nuevos encuentros con ellos en las sierras de Córdoba, llevo una vida tranquila, cada vez más pacífica y de más amplios horizontes intelectuales.
S.M.A.
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