Editorial Menhir en el año 2.000, nos trae una intrigante propuesta literaria de la mano de José E. Ossemani, una novela que entrelaza el enigma de Capilla del Monte con la milenaria búsqueda del Santo Grial.
En el corazón de las sierras cordobesas, el siempre enigmático pueblo de Capilla del Monte se convierte en el escenario principal de "El Constructor de Categriales". A principios del siglo XX, la llegada de un constructor con la insólita intención de demoler la histórica capilla del pueblo para erigir una basílica desata una serie de interrogantes y misterios. ¿Cuál es la verdadera razón detrás de esta obsesión? ¿Qué ocurrió con la piedra sagrada de los Comechingones? ¿Qué secretos esconde la iglesia local?.
La novela propone un viaje fascinante que lleva al lector a explorar las profundidades de la tierra en busca de uno de los tesoros más legendarios de la humanidad: el Santo Grial. Ossemani plantea la audaz posibilidad de que este preciado objeto pueda encontrarse mucho más cerca de lo que se cree, oculto en la mítica ciudad de ERKS.
Sobre el Autor:
José E. Ossemani, nacido en Bragado en 1960, presenta en "El Constructor de Categriales" la confluencia de sus diversas pasiones. Con una formación en periodismo y una destacada carrera como Licenciado en Kinesiología y Fisiatría, Ossemani ha sabido combinar su interés por la comunicación y las ciencias de la salud con una profunda curiosidad por lo esotérico, las ciencias sagradas y el autoconocimiento. Jefe del Servicio de Kinesiología del Hospital José M. Penna y docente universitario, también cuenta con una vasta experiencia en kinesiología deportiva, habiendo trabajado con el Club Atlético Boca Juniors. Su incursión en la literatura, que él mismo describe como una "deuda pendiente", se nutre de esta amalgama de conocimientos e intereses, encontrando paralelismos entre el kinesiólogo que "recoge, elabora y maneja la información" del cuerpo y el periodista o escritor que hace lo propio con las historias.
Visiones sobre la Obra:
El prólogo a cargo del arquitecto Raúl Saint-Mezard destaca la habilidad de Ossemani para combinar imaginación, documentación y talento, creando una narrativa donde la realidad y la irrealidad se entrelazan de forma magistrante. Subraya la capacidad del autor para enfrentar a los personajes con conflictos entre lo racional y lo inexplicable, y el modo en que lo extraordinario se vuelve recurrente en la trama. Saint-Mezard resalta la prosa límpida y concisa, el aire de ternura y la erudición presente en el relato, así como la capacidad del autor para transportar al lector de lo real a lo fantástico.
Por su parte, el profesor Arnoldo Canclini de la Academia Nacional de la Historia, en su comentario, apunta a la posibilidad de múltiples lecturas de la novela. Si bien es una obra de ficción, parte de elementos reales (personajes, lugares) y se adentra en la rica mitología medieval, conectándola con nuestra actualidad y geografía. Canclini resalta que el libro va más allá de ser una simple novela, convirtiéndose en un "desafío personal" para el lector, quien se sentirá interpelado por los acontecimientos que, aunque ficticios, se desarrollan en un contexto reconocible.
La Génesis de la Historia y el Misterio del Grial:
En su introducción, José E. Ossemani revela que la inspiración para "El Constructor de Categriales" provino de un sueño, un secreto develado por el subconsciente. Describe el proceso de escritura como una emocionante aventura, plagada de correcciones y dudas, pero impulsada por el aliento de amigos y colegas. Define su obra dentro de la narrativa fantástica, buscando generar en el lector la duda sobre los límites entre la verdad y la fantasía.
Ossemani también dedica un espacio significativo a explorar el origen y las diversas interpretaciones del mito del Santo Grial. Desde su relación con la copa de la Última Cena y la sangre de Cristo, según Robert de Boron, hasta su concepción como una piedra caída del cielo (Lapis Exilis o Lapis Lapsus Ex Coelis) o incluso vinculada a la Piedra del Destino sobre la que reposó Jacob. Se mencionan las conexiones con la mitología celta y los Tuatha De Dannan, portadores de objetos sagrados. Esta profunda investigación sobre el Grial enriquece el contexto de la novela, sumergiendo al lector en un universo de leyendas y simbolismos ancestrales.
"El Constructor de Categriales" se presenta así como una propuesta literaria que invita a la reflexión sobre los límites de la realidad, la persistencia de los mitos y la eterna búsqueda de lo sagrado, todo ello ambientado en el fascinante y misterioso marco de Capilla del Monte. Una lectura recomendada para los amantes del misterio, la historia, la fantasía y aquellos que se atrevan a indagar en las profundidades del alma en busca de su propio Grial interior.
Este pasaje, titulado "LA CONSTRUCCIÓN", nos sumerge de lleno en la atmósfera y el conflicto central de la novela de José E. Ossemani. No es solo la descripción física de levantar un edificio, sino una meditación sobre el tiempo, la memoria, el destino y lo sagrado en el particular entorno de Capilla del Monte.
El texto comienza pintando una vívida imagen sensorial: la caída del sol sobre el valle, el calor de un enero seco en San Antonio del Valle de Punilla (el antiguo nombre de Capilla del Monte), el chirrido monótono de los molinos y la bruma de polvo levantada por el trabajo. En medio de esta postal casi desértica, se desarrolla una actividad frenética y anacrónica: la construcción de la nueva iglesia.
El Contraste entre lo Viejo y lo Nuevo:
Uno de los ejes principales del pasaje es el choque entre la nueva y ambiciosa construcción y la memoria de la antigua capillita que fue demolida. El autor transmite la resistencia y el dolor de los habitantes del pueblo ante esta pérdida, calificándola incluso de "sacrilegio" y "herejía". La vieja capilla no era solo un edificio; contenía "recuerdos inolvidables", un pasado de "sacrificio, trabajo y esperanza". La demolición es vista como un acto violento contra la historia y la identidad del lugar.
El Trabajo, el Destino y lo Oculto:
La descripción de los obreros es cruda y realista: "paisanos duros y gringos fibrosos" que trabajan bajo el sol, impregnados de una "mezcla rancia de ajo, alcohol y transpiración". Pero incluso en esta labor física y sudorosa, hay una dimensión que escapa a su control. Sus acciones, aunque guiadas por los planos ("signos que comandaban misteriosos"), parecen estar influenciadas por fuerzas mayores, como si fueran piezas en un "ajedrez jugado por dioses perversos".
Es aquí donde lo fantástico y lo esotérico comienzan a manifestarse con más fuerza. Entre los escombros de la vieja capilla no solo hay ladrillos y tierra, sino también "fantasmas". Las almas del pasado ("Soldados y aborígenes, niños y ancianas, viudas y vírgenes") danzan en los remolinos de polvo, buscando reencontrar su identidad perdida. La construcción no es solo un acto físico, sino también una remoción de capas del tiempo y la memoria, desenterrando no solo huesos (el cráneo partido), sino también las presencias invisibles de quienes habitaron ese lugar.
El Templo como Símbolo:
El pasaje reflexiona profundamente sobre el significado de construir un templo. Se describe como la creación de "un puente entre lo profano y lo sagrado", un "lugar sin tiempo" que conecta al hombre con sus orígenes y su destino. Es un espacio para la comunicación con lo divino, para la súplica y la búsqueda de la gracia. Más allá de ser una estructura física, el templo es un "modelo del universo", cargado de simbolismo que busca "iluminar el alma".
Sin embargo, la ironía subyace en que este "legado" está siendo recibido por un pueblo que aún no está convencido de la necesidad de la nueva construcción, aferrado a la memoria de lo perdido.
El Hallazgo y la Conexión con el Más Allá:
El descubrimiento de restos humanos durante la excavación subraya la antigüedad y la sacralidad del terreno. Este acto, aunque accidental, rompe el "sueño eterno" del pasado y genera una reacción visceral de asco y temor en los jornaleros. La presencia de los fantasmas se intensifica alrededor de los huesos, esperando un momento clave para recuperar la paz y continuar su ciclo: la "coronación de la obra", el punto más alto del templo, que se presenta como una "punto ciego del techo que comunica con el más allá".
Este fragmento de "El Constructor de Categriales" es una muestra de cómo José E. Ossemani entrelaza la realidad histórica y geográfica con elementos fantásticos y reflexiones filosóficas sobre el propósito de la construcción, la persistencia de la memoria y la conexión entre el mundo terrenal y el espiritual en el mítico escenario de Capilla del Monte. Deja claro que la obra va más allá de una simple narración, invitando al lector a considerar las capas ocultas bajo la superficie de lo visible.
Este intrigante pasaje de la obra, titulado "MARES TENEBROSOS", nos transporta a finales del siglo XV y principios del XVI, estableciendo un contexto histórico crucial que alimenta los misterios centrales de la novela. Lejos de limitarse a una simple lección de historia, el texto entrelaza las ambiciones de los exploradores europeos con la persistencia de antiguos mitos y la realidad de los pueblos originarios de América del Sur.
El relato comienza con la expedición de Giovanni Caboto en 1498, zarpando de Bristol en busca de una ruta occidental hacia Oriente para Inglaterra, motivada por la disminución del comercio tradicional y la sed de especias y metales preciosos. Se menciona la exploración previa de Caboto padre e hijo en América del Norte, creyendo haber llegado a Asia.
La Fascinación por las Ciudades Míticas:
El foco se desplaza pronto a Sebastiano Caboto y su expedición de 1526 hacia las costas de Brasil y el estuario del Río de la Plata. Su interés no era solo comercial; estaba profundamente influenciado por las "historias fantásticas de ciudades maravillosas" que escuchaba de náufragos y aventureros. Esta búsqueda se enmarca en un contexto global donde la imaginación europea poblaba el mundo con seres míticos como cíclopes y atlantes. En la región sudamericana, Sebastiano había oído hablar de los Ukamares, seres gigantes que supuestamente custodiaban entradas a ciudades subterráneas. Su gran sueño era encontrar el legendario Cerro de Plata y Paititi, la mítica Ciudad de los Césares.
La Llegada al Río de la Plata y el Encuentro con Francisco del Puerto:
La expedición de Caboto entra en el estuario del Plata en 1527. Un encuentro clave es con Francisco del Puerto, un sobreviviente de la trágica expedición de Solís, quien se convierte en su guía e intérprete. Del Puerto aviva la esperanza de Caboto al asegurar que remontando el río Carcarañá encontraría las ansiadas sierras de oro y plata. Esto lleva a la fundación del fuerte Sancti Spiritu, el primer asentamiento español en la zona.
Desde Sancti Spiritu, se envían grupos exploradores. Uno de ellos, liderado por el capitán Francisco César, llega a las actuales sierras de Córdoba. Allí, César no solo recoge referencias sobre el Perú sino que, admirado por el paisaje y las leyendas locales, cree haber hallado la ruta hacia el "Imperio del Rey Blanco".
Es a través del informe de César que Sebastiano Caboto oye hablar de los Comechingones. La descripción de este pueblo originario capta poderosamente su atención: son presentados como "hombres de notables virtudes, amantes de la verdad, poseedores de profundos conocimientos metafísicos". Aunque no eran los Ukamares que buscaba, algo en la descripción de los Comechingones despierta un profundo interés en Caboto, quien planea conocerlos.
Planes Cambiantes y el Legado de la Conquista:
Sin embargo, los planes de Caboto cambian de forma inesperada, frustrando su encuentro con los Comechingones. Continúa su viaje hacia el Alto Paraná, donde solo encuentra desilusión antes de regresar a España. El pasaje se pregunta por qué, estando tan cerca de sus anhelos, cambió su rumbo, dejando abierta la puerta a posibles influencias o designios ocultos.
Finalmente, el texto menciona brevemente la colonización posterior del noroeste argentino y cómo, treinta años después, Jerónimo Luis de Cabrera somete a varios pueblos Comechingones. La nota al pie (2) añade una perspectiva sombría al recordar el drástico declive demográfico de las poblaciones indígenas en América tras la llegada europea, diezmadas por guerras, hambre y enfermedades.
Este apartado de "Mares Tenebrosos" no solo proporciona el telón de fondo histórico para la novela, situando geográficamente la acción principal en una región con una rica historia precolombina, sino que también introduce temas clave como la búsqueda de tesoros (materiales y quizás espirituales), la coexistencia de historia y mito, y la presencia y el destino de los pueblos originarios que habitaron las tierras donde se desarrollará la trama principal. La mención específica de los Comechingones y sus "profundos conocimientos metafísicos" establece una conexión directa con los misterios que parecen permear Capilla del Monte en la novela.
El texto "EL MISTERIO DE LOS COMECHINGONES" nos sumerge en la rica y trágica historia de los habitantes ancestrales de las sierras de Córdoba, un conocimiento fundamental para comprender las raíces del misterio que aborda "El Constructor de Categriales". Este pasaje va más allá de una simple reseña histórica; es un homenaje a un pueblo con profundos lazos con la tierra y el cosmos.
El relato nos sitúa en los orígenes de los pobladores de esta región, remontándose a migraciones que, hace unos 25.000 años, llegaron a América desde Asia Central a través del Estrecho de Bering. Se postula una base étnica y cultural común, con lenguas posiblemente derivadas del sánscrito, que dieron origen a idiomas como el quichua, cacán y aimara.
Un Pueblo de la Tierra con Rasgos Únicos:
Inicialmente nómadas cazadores y recolectores, los Comechingones evolucionaron hacia comunidades más asentadas, dedicadas a la recolección de granos y la agricultura de regadío. Habitaban un extenso territorio que abarcaba las actuales Sierras Chicas y Sierras Grandes (Viaraba y Charava en su lengua). Su nombre, "Comechingón", se interpreta como "gente que vive en la tierra" o "gente de la tierra", reflejando su profunda conexión telúrica, aunque los españoles los llamaron erróneamente "Trogloditas" por el uso transitorio de cuevas durante la caza.
Un rasgo físico distintivo de los Comechingones era su "tupida barba", inusual en las etnias vecinas, lo que les valió el apodo de "Los Barbados de las Sierras". Se organizaban en diversas tribus y parajes bajo el sistema del "ayllú", con grandes caseríos y viviendas semi-subterráneas únicas, construidas con piedra y techos de madera y paja.
Cultura, Conocimiento y Conexiones:
El texto detalla su rica cultura material e inmaterial: una dieta variada basada en maíz (para polenta), algarroba (para harina patay y la bebida aloja), porotos, zapallo, papa, yuca, y frutos del monte, complementada con la caza. Su vestimenta, influenciada por la cultura incaica, incluía camisas, pantalones, ojotas y mantas de lana de guanaco, vicuña y llama, animales que también usaban para carga.
Se destaca su organización social con caciques que delimitaban territorios con pircas y mojones. Los ritos funerarios complejos, que incluían el desmembramiento, pintura o momificación de cadáveres, y entierros en posición fetal dentro de vasijas, hablan de una profunda visión de la vida y la muerte.
El pasaje subraya la conexión de los Comechingones con otras culturas, facilitada por su ubicación geográfica como paso obligado del Camino Real Inca. Además, se menciona su dominio del idioma quichua y la influencia diaguita en sus técnicas agrícolas.
El Trágico Encuentro con los Españoles:
Uno de los aspectos más conmovedores del texto es la descripción del primer contacto con los españoles. Los Comechingones los recibieron de forma "amigable y hospitalaria", llamándolos "Viracochas" y tratándolos como dioses. Esta reacción se vincula a una leyenda local sobre la visita ancestral de un "Dios Blanco" que prometió regresar. Sin embargo, pronto se hizo evidente que los españoles no eran dioses benevolentes. Sus ambiciones de poder, codicia y la imposición de la esclavitud dieron paso a cruentos enfrentamientos.
La desigualdad tecnológica (armas de piedra y cuero contra espadas de acero, armas de fuego y armaduras) condujo a "crueles matanzas". Caciques como Acabaqueaba, Ancalán y Main-Charava vieron sus dominios y su gente diezmados, sometidos a trabajos forzados. El relato menciona actos extremos de resistencia y desesperación, como el suicidio masivo en la batalla de Ongamira, donde mujeres con sus hijos se arrojaron al vacío antes que caer en la esclavitud.
El triste epílogo es la desaparición total de la etnia Comechingón hacia 1850, un recordatorio del devastador impacto de la conquista.
La Relevancia para la Novela:
Este detallado retrato de los Comechingones, con su rica cultura, su conexión espiritual con la tierra y su trágico destino, es fundamental para la narrativa de "El Constructor de Categriales". La novela se ambienta en el mismo territorio que ellos habitaron. La mención de la "piedra sagrada que los comechingones habían enclavado" en el antiguo enterratorio, referida en la sinopsis del libro, adquiere un peso inmenso a la luz de la historia de este pueblo. Su creencia en un "Dios Blanco" y sus "profundos conocimientos metafísicos" añaden capas de significado a la búsqueda del Santo Grial y los misterios que rodean la construcción de la nueva iglesia sobre un sitio que fue sagrado para ellos.
"El Misterio de los Comechingones" no es solo información; es la voz de un pasado que resuena en el presente de Capilla del Monte, y que José E. Ossemani rescata para enriquecer su relato fantástico.
El capítulo "CATEGRIALES" parece ser un punto de anclaje fundamental en la novela "El Constructor de Categriales", presentándonos a Esteban, el protagonista, y revelando el significado detrás del peculiar título del libro. Este pasaje teje la nostalgia personal con la intriga del mito universal en el telón de fondo místico de Capilla del Monte.
Un Vínculo Inexplicable con el Lugar:
El texto inicia explorando la conexión profunda y recurrente de Esteban con Capilla del Monte. Desde su infancia, las sierras cordobesas han sido el destino constante de sus vacaciones familiares, un rito que él ha adoptado y continuado con su propia familia. Se describe la alegría de los preparativos, los viajes en diferentes autos a lo largo de los años, y la inmersión en la lectura de aventuras y fantasías que alimentaron su imaginación infantil en ese mismo entorno. A pesar de las etapas de adolescencia y adultez que lo llevaron por otros caminos, siempre regresa, sintiendo una "insólita atracción" y recordando el pueblo incluso en sueños.
El Escenario y la Revelación del Título:
La acción se sitúa en una cabaña en el Barrio Las Gemelas a finales de diciembre de 1999, con la imponente vista del Uritorco y las enigmáticas formas de las colinas Gemelas. Es en este ambiente, mientras Esteban garabatea absorto, que surge una palabra inexistente, aparentemente dictada por su subconsciente: "CateGriales". La curiosidad de su hijo mayor, Martín, lleva a Esteban a explicar el término: un juego de palabras que "superpone el término Grial a la palabra Catedrales". Así, el título del libro nace de la fusión de la estructura religiosa que se está construyendo (como se describe en capítulos anteriores) y el objeto mítico central de la búsqueda.
La conversación entre Esteban y Martín se convierte en una puerta de entrada al mundo de los mitos y los símbolos. Martín, con la curiosidad propia de sus doce años, pregunta qué es el Grial, un término que le suena de videojuegos y películas pero cuyo significado desconoce. Esteban aprovecha para explicar la naturaleza de los mitos como "archivos más antiguos y profundos de la mente humana", haciendo referencia al concepto de inconsciente colectivo y arquetipos de Carl Jung. Argumenta que en la sociedad moderna, enfocada en lo práctico, se ha perdido la capacidad de entender lo simbólico, que sin embargo es esencial para representar conceptos inefables como la vida, el universo, el amor o el destino.
La conversación deriva naturalmente hacia la leyenda del Rey Arturo y los Caballeros de la Tabla Redonda, uno de los contextos más conocidos de la búsqueda del Santo Grial. Esteban relata brevemente la historia de Arturo, Merlín y la espada en la piedra, y cómo la pérdida del Grial llevó a la decadencia del reino y a la necesidad de una búsqueda épica para restaurar su esplendor.
El Grial, los Comechingones y una Conexión Inesperada (Nota al Pie):
Es crucial destacar la información proporcionada en la nota al pie (3), que expande la leyenda Artúrica y, de forma sorprendente, la vincula directamente con la geografía de la novela y el pueblo Comechingón. Se menciona la historia de Parzifal (o Perceval), uno de los caballeros del Grial, quien según una tradición "se hace a la mar en un pequeño navío llevando el Santo Copón" y se dirige a las "tierras de Argentum". Allí, Parzifal sufre un naufragio, pero camina hacia el Noroeste, encuentra a los "Barbados Comechingones" y los elige como "guardianes de las reliquias que él porta: el Santo Grial y el Bastón de Mando o Simihuinqui". Estos tesoros son supuestamente guardados en un "Templo de Piedra" secreto, donde Parzifal muere sepultado por un alud, convirtiéndose él mismo en custodio del Grial.
Esta nota al pie transforma completamente la dimensión del misterio en la novela. No solo el Grial es un mito universal, sino que existe una leyenda específica que lo conecta directamente con los Comechingones y el territorio que hoy es Capilla del Monte. Esto sugiere que la búsqueda en la novela no es solo por un objeto legendario, sino por un tesoro con una historia local profunda y entrelazada con el destino de los pueblos originarios.
En resumen, el capítulo "CATEGRIALES" actúa como el corazón que bombea la sangre narrativa de la novela. Presenta al personaje principal y su conexión emocional con el lugar, desvela el origen del título como la fusión de lo arquitectónico/religioso y lo mítico/sagrado, y explora, a través de un diálogo tierno y revelador, la naturaleza de los mitos y símbolos que guiarán la búsqueda. La sorprendente vinculación legendaria del Grial con los Comechingones en la nota al pie eleva la apuesta, sugiriendo que el misterio en Capilla del Monte no es casual, sino que tiene raíces milenarias y místicas directamente relacionadas con los antiguos habitantes de las sierras.
El capítulo "LA PESTE DEL ENTERRATORIO" de "El Constructor de Categriales" es una inmersión profunda en las capas históricas que subyacen al escenario de la novela, Capilla del Monte. Este pasaje no solo narra la llegada de los españoles a la región y el establecimiento de la Estancia San Antonio del Monte, sino que también revela un conflicto fundacional ligado a la profanación de un sitio sagrado indígena, cuyas consecuencias resuenan a través del tiempo.
De Merced Real a Estancia:
El relato comienza a finales del siglo XVII, con el capitán Antonio Carvallo consolidando su propiedad sobre tierras que originalmente fueron parte de una merced real otorgada en 1575 a Bartolomé Jaimes por sus servicios a la corona española en la conquista. Se detallan los límites de esta extensa concesión en el Valle de Punilla y la encomienda de los indios que habitaban la zona, quienes debían servir a los españoles. Lucía Jaimes, hija de Bartolomé, heredó una parte significativa de este territorio, que se extendía desde el actual Dolores hasta Escobas. Estas tierras, con sus "aguas danzarinas" del río Calabalumba, cautivaron a Carvallo, quien las adquirió impulsado por su fascinación por el lugar.
Se describe la Estancia de San Antonio del Monte (nombre que Carvallo le dio, reemplazando el original Gualumba), centrada en "La Casona", una robusta construcción que funcionaba como centro administrativo y social del naciente poblado. Alrededor, un humilde rancherío albergaba a peones y colonos, quienes buscaban la protección de la estancia en tiempos de "malones".
Un Lugar Sagrado Profanado:
Un elemento crucial en el paisaje de la estancia era un pequeño oratorio preexistente, dedicado a San Antonio de Padua, ubicado en una "lomada". Pero lo más significativo es que este oratorio se erigía sobre un antiguo sitio sagrado y enterratorio de los Comechingones. Detrás de la humilde construcción cristiana, permanecía un "monumento aborigen", una "especie de obelisco de piedra" conocido por los Comechingones como Rumipal, que significaba en quechua "piedra sagrada". Esta piedra basal ya estaba allí mucho antes de la llegada de los españoles.
Carvallo decide construir una capilla más grande en ese mismo lugar. Para él, la lomada era "territorio infiel" que debía ser "exorcizado con un templo".
El Conflicto del Enterratorio y la Resistencia Indígena:
La orden de Carvallo de desenterrar los restos de los ancestros comechingones desata la primera rebelión. Los indígenas encomendados se niegan a profanar las reliquias de sus mayores, prefiriendo el castigo. Son los criollos, maldiciendo, quienes deben exhumar los cuerpos, encontrándolos enterrados en grupos de cuatro o cinco, según la costumbre Comechingón. Este acto es un choque frontal entre las creencias indígenas sobre la continuación espiritual de las almas ("ánimas, luces malas o luces del cerro") y la imposición cultural y religiosa española.
A pesar de la remoción de huesos, morteros y "símbolos sagrados" (que Carvallo colecciona como "supercherías"), la piedra sagrada, Rumipal, resiste. Ningún esfuerzo logra moverla. Queda allí, en los fondos, como "testigo mudo de una injusticia desvergonzada", aferrada a la tierra para mantener el "puente entre los dioses prometidos y sus fieles seguidores", esperando la llegada del verdadero Viracocha.
La Misteriosa Peste y la Venganza de la Tierra:
La nueva capilla, de estilo colonial, se termina en 1697 sobre el cementerio profanado, ahora destinado "sólo para cristianos". Sin embargo, la profanación parece tener consecuencias inmediatas. Carvallo comienza a sufrir una misteriosa enfermedad, descrita como "viruela o peste", que lo lleva a la ceguera y a una agonía brutal. Él mismo atribuye su mal a una "maldición por la profanación del cementerio de la lomada". Sus últimos días son un tormento de dolor y delirios en un idioma incomprensible.
Su entierro, realizado con los honores debidos a su jerarquía en el frente de la capilla, es acompañado por un evento natural cataclísmico: un violento temporal de lluvia y viento, una "pedrada sin precedentes", el bramido del cerro y un terremoto que "sacudió a hombres y ranchos, como nadie recordara jamás".
Mientras los españoles corren a resguardarse, la peonada nativa observa en silencio, interpretando el desastre como la "venganza de sus dioses" contra la ignorancia del invasor. Para ellos, es una confirmación de que no están solos y que la promesa grabada en la Rumipal no miente; el verdadero Viracocha aparecerá para liberarlos.
Este capítulo es esencial porque establece el sitio de la capilla como un lugar de profunda colisión cultural y espiritual. La profanación del enterratorio Comechingón, la permanencia inamovible de la piedra sagrada Rumipal, la misteriosa enfermedad de Carvallo vista como una maldición y el cataclismo durante su entierro cargan el lugar con un potente magnetismo de misterio y conflicto no resuelto que, sin duda, servirá de combustible para los eventos fantásticos que se desarrollan en la novela en el siglo XX. La historia de "La Peste del Enterratorio" es la base sobre la cual se construye el enigma de "El Constructor de Categriales".
El capítulo "BORIS NARDELIUS" introduce una capa fundamental de contenido esotérico y mítico en "El Constructor de Categriales", a través de una inesperada conferencia a la que asisten Esteban y su familia en Capilla del Monte. Este encuentro con el peculiar profesor Boris Nardelius sirve como un vehículo para presentar al lector conceptos que expanden el misterio más allá de lo local y lo histórico, vinculándolo con cosmogonías universales.
La escena se sitúa en una apacible noche de fin de año en Capilla del Monte, fuera de la temporada alta. Esteban, su esposa Mariela y sus hijos pasean tranquilamente cuando un cartel llama su atención: una charla titulada "El Hombre y los Orígenes de la Civilización Primordial" dictada por un tal Boris Nardelius. Impulsado por la curiosidad, Esteban convence a su familia para asistir a pesar de la escasa afluencia de público y la modestia del evento.
Un Personaje Enigmático y una Teoría Audaz:
Boris Nardelius, un hombre mayor, delgado, con aire de profesor y un "extraño acento extranjero", se revela como el expositor de teorías fascinantes y audaces. Con un estilo directo, aunque cargado de datos y conceptos, Nardelius sumerge a su pequeño auditorio en el estudio de los polos y su "irresistible fuerza", postulando la existencia no solo de polos magnéticos físicos, sino también de un "campo de atracción espiritual" en ellos.
La Era de Oro Hiperbórea y la Semilla de la Civilización:
La parte central de su disertación se enfoca en la idea de un antiguo "Continente Hiperbóreo", situado geográficamente en el Norte (asociado a la región ártica, incluyendo Groenlandia), considerado la "sede de la Edad de Oro Primigenia". Nardelius describe a los habitantes de este continente ("raza Solar o Aurica") como seres extraordinarios: "hombres más nobles y justos jamás conocidos", poseedores de "sabiduría trascendente" y el "don del tercer ojo", creyentes de un monoteísmo primordial y originarios de las ramas raciales ulteriores. Los describe como seres felices, puros, que vivían en armonía y desconocían el odio, habitantes de un "paraíso verde" en el polo norte, cuyas condiciones climáticas especiales apoyarían esta idea (como se explica en la nota al pie, refiriéndose a fenómenos polares únicos).
La Caída, la Migración y las Ciudades Secretas:
Según Nardelius, grandes cataclismos y la posterior glaciación forzaron una "emigración forzada", un "descenso" o "caída" de estos seres desde su paraíso polar hacia otras regiones como Europa y Asia. Esta dispersión daría origen a las diversas familias indoeuropeas. Esta "pérdida del edén" resuena en múltiples mitos y tradiciones sagradas, interpretada incluso como el Pecado Original en el cristianismo.
Pero, crucialmente, Nardelius afirma que estos guardianes de la raza primordial no murieron, sino que "pasaron a otro plano inmaterial", habitando "ciudades secretas" dispersas por el mundo. Menciona lugares míticos como Shambalá, Tula, Thule y Avalón. Y aquí llega la conexión directa con el escenario de la novela: Nardelius afirma con emoción que una de estas ciudades ocultas está "¡aquí mismo!, en la eterna y actual ciudad oculta de ERKS que se encuentra bajo el sagrado Cerro Uritorco de estas sierras".
La Búsqueda Universal en Clave Local:
El expositor concluye su charla conectando esta historia de una civilización primordial y sus ciudades secretas con las grandes búsquedas míticas de la historia. Para Nardelius, la búsqueda del Grial, el Libro Sagrado o el Vellocino de Oro comparten un objetivo común: redescubrir los valores de aquella humanidad noble y pura. Esto implica que la búsqueda del Grial en la novela, ambientada en un lugar supuestamente hogar de una de estas ciudades secretas (Erks bajo el Uritorco), adquiere una dimensión mucho más profunda, vinculada a la recuperación de una sabiduría ancestral y una conexión espiritual perdida.
Aunque la charla presenta una mezcolanza compleja de conceptos, desde cosmogonías polares hasta leyendas artúricas y mitos locales, despierta la curiosidad de Esteban y establece un marco esotérico que sin duda guiará la trama. El encuentro con Boris Nardelius y sus teorías audaces proporciona al protagonista (y al lector) una posible clave para interpretar los extraños acontecimientos y misterios que se desarrollan en Capilla del Monte, sugiriendo que la historia que está viviendo tiene raíces en los orígenes mismos de la civilización primordial y está conectada con una búsqueda espiritual de alcance universal.
El capítulo "EL CONSTRUCTOR" nos presenta a Pedro Zaninni, el personaje que da nombre al título principal del libro y que se convierte en la figura central de la trama histórica de la novela. Zaninni no es un inmigrante común; es un arquitecto italiano con una misión que trasciende la simple edificación: la búsqueda y transmisión de conocimiento hermético y la conexión con antiguos misterios en el Nuevo Mundo.
Un Trasfondo de Constructores y Búsqueda Espiritual:
Nacido en una familia de constructores con fama de excentricidad en la región delle Marche, Italia, Pedro Zaninni hereda el oficio y una innata curiosidad. Su formación se perfecciona en renombrados colegios de Francia, donde, además de arquitectura, estudia idiomas, historia y ciencias. Esta educación enciclopedista convive con una sensibilidad forjada por la literatura de Víctor Hugo y Oscar Wilde, y por los avances científicos y tecnológicos de finales del siglo XIX.
La Iniciación en la Fraternidad Masónica:
Un punto de inflexión crucial en su vida es su iniciación en una "elitista y hermética" logia masónica francesa. Aquí, bajo la guía de maestros como Antón Blaquier, Zaninni se adentra en el estudio de "conocimientos ocultos" como la astrología y la alquimia, y se embarca en la "búsqueda de la piedra filosofal", no solo en su sentido material, sino también en la construcción del "Templo Ideal" de su propio espíritu. El texto describe rituales de iniciación y reflexiones sobre el deber del hombre, revelando la profundidad del compromiso adquirido.
La Arquitectura como Lenguaje Sagrado:
La formación masónica de Zaninni influye profundamente en su visión de la arquitectura. A través de viajes patrocinados por la logia, recorre Europa estudiando catedrales y templos, viendo en sus formas, códigos y simbolismos ("Arcos de medio punto, bóvedas de cañón, capiteles, gabletes, gárgolas y tracerías") un lenguaje secreto que transmite "la luz del conocimiento". Encuentros con figuras como Antonio Gaudí y Richard Wagner (cuyo "Parzifal" lo impacta particularmente) nutren su comprensión de la conexión entre arte, mito, espiritualidad y esoterismo.
La Misión en América: Construir la Catedral Simbólica:
La idea de viajar a América se consolida en Zaninni, impulsada por el deseo de realizar el sueño de todo constructor: erigir una catedral. Pero esta no sería una iglesia cualquiera, sino una construcción que, a través de sus símbolos sagrados, transmitiera las claves del conocimiento hermético, cumpliendo así su compromiso con la logia y despertando la conciencia de futuros iniciados.
La elección del lugar es fundamental y aquí entra en juego la conexión con el misterio de la novela. Guiado por textos antiguos, especialmente el de Wolfram Von Eschenbach de 1220, Zaninni busca una tierra lejana llamada "Armónica", específicamente un país llamado "Argentum", donde a los pies de un "cerro sagrado" el caballero Parzifal habría depositado el Santo Grial. Para Zaninni, esta referencia convierte a Argentina y un cerro sagrado en un lugar ideal para su proyecto.
La "Historia Oculta" y la Búsqueda de Berlotz:
La conversación con su maestro Blaquier revela una "historia oficial" que esconde verdades: la posibilidad de que otros navegantes llegaran a América mucho antes que Colón, basándose en mapas antiguos (incluso chinos) que ya representaban las costas sudamericanas ("Cola de Dragón"). Esta idea de un conocimiento oculto y viajes precolombinos añade una capa de intriga a la misión de Zaninni.
Además, se le encomienda otra tarea crucial: investigar el destino de Claude Berlotz, un masón enviado a Argentina en 1860 con objetivos similares, de quien nada más se supo. Los únicos comentarios lo sitúan en la región de Tandilia y más tarde en las serranías del Valle de Punilla, con leyendas oscuras a su alrededor. Lo más relevante es que Berlotz dejó apuntes que citaban la Ciudad de los Césares, Nueva Shambala, y la "Ciudad de ERKS, ubicada en la actual región de Capilla del Monte". Esto establece una línea de búsqueda masónica e iniciática que llega directamente al escenario principal de la novela y al mito de ERKS.
El Precio del Destino:
La vida personal de Zaninni se ve afectada por su misión. Su relación con Mariette, una joven que lo ama pero no comprende su mundo esotérico, termina en una dolorosa despedida. La premonición de Mariette de que nunca lo volverá a ver subraya el riesgo y la magnitud de la empresa que Zaninni emprende.
Pedro Zaninni llega a Buenos Aires en 1902, cargando con el conocimiento hermético, el peso de su misión, la búsqueda del Grial en "Argentum" y el rastro perdido de un masón predecesor que buscaba ERKS en Capilla del Monte. Su llegada marca el inicio de la parte histórica de la novela, donde sus objetivos como constructor y buscador se entrelazarán con los misterios ancestrales y los secretos que guarda la tierra de las sierras cordobesas.
El capítulo "EN CABALLERO DEL REY ARTURO EN VIARABA Y CHARAVA" es un momento crucial para Pedro Zaninni y para la trama de "El Constructor de Categriales". Tras dejar Francia y su vida anterior, el constructor se dirige a Florencia para encontrarse con Alberto Soderini, un respetado y enigmático Gran Maestre masón retirado. Este encuentro y un sueño posterior actúan como una brújula mística, orientando definitivamente la búsqueda de Zaninni hacia Argentina y el corazón de las sierras cordobesas.
Encuentro con la Sabiduría Hermética en Florencia:
Zaninni llega a la casa de Soderini en Florencia, un lugar impregnado de historia y simbolismo masónico. Soderini, un anciano carismático con un alto grado en la logia, recibe a Pedro y le imparte conocimientos que van más allá de la historia oficial. Defiende a los cátaros, a quienes considera custodios del Santo Copón, y sugiere que el Grial fue confiado a un caballero para ser llevado a tierras seguras.
Del Polo Norte a la "Tule Súrica": El Nuevo Centro del Misterio:
El mensaje clave de Soderini es que la era de la "Paradésha o Thule Nórdica" (asociada al polo Norte y la Edad de Oro Primigenia) ha terminado. El foco de la búsqueda y el "Gran Misterio" se ha trasladado a las antípodas, a la "Tule Súrica" en América. Esta idea se fundamenta en el equilibrio de fuerzas opuestas y en el principio hermético "Como es arriba es abajo", sugiriendo una inversión de los polos de poder y conocimiento. Soderini insinúa que el "tesoro de los templarios" también se encuentra escondido en estas tierras australes.
La nota al pie (4) complementa esta idea, sugiriendo que los Templarios pudieron haber tenido contacto con América (quizás ayudados por conocimientos vikingos) y financiado sus obras en Europa con plata extraída de minas en los Andes bolivianos, explotadas con mano de obra aborigen. Esta plata habría dado origen a la leyenda del "Continente Blanco" y al nombre de "Argentum", reforzando la conexión entre el tesoro, los templarios y Argentina.
Soderini aconseja a Zaninni que preste especial atención a sus sueños, considerándolos portadores de "secretos más sublimes".
El Sueño Revelador: Parzifal, el Grial y el Uritorco:
Siguiendo el consejo de Soderini y tomando una infusión de hierbas para potenciar sus sueños, Zaninni experimenta una noche un sueño vívido y trascendental. En él, se mezclan imágenes y símbolos potentes:
1- Parzifal recibe el Santo Copón y navega en un pequeño navío hacia "Argentum, la de los Dioses Blancos".
2- Un ser divino (comparable a Zeus o Wotan) arroja un Bastón de Mando desde la cima de un cerro hacia su interior.
3- El navío de Parzifal naufraga en la boca de un río que lo guía hacia la cordillera.
4- Se produce un cálido encuentro con los "barbados comechingones" a los pies del cerro Uritorco.
5- Los Comechingones son elegidos para custodiar el Santo Grial y El Libro Sagrado.
6- Las reliquias son llevadas en ceremonia al interior de la montaña, a un lugar llamado "Templo de Piedra".
7- Una avalancha sepulta a Parzifal, quien acepta su destino y se convierte en el custodio eterno del lugar.
Un Destino Grabado:
Zaninni despierta sobresaltado, comprendiendo la inmensa relevancia de este sueño. Para él, es una confirmación inequívoca de que la búsqueda del Grial no se limita a Europa, sino que tiene un punto de anclaje crucial en Argentina, vinculado a los Comechingones, el Uritorco y un lugar específico dentro de la montaña. Se asombra de que otros buscadores no hayan considerado "Armónica" como el destino de tan importante secreto.
Este sueño actúa como el mapa místico para Zaninni. Integra la leyenda artúrica del Grial con la historia de los pueblos originarios (Comechingones), el simbolismo geográfico (Uritorco, "Templo de Piedra") y la noción de una misión espiritual destinada. A partir de este momento, la búsqueda de Pedro Zaninni en Argentina no es solo una tarea encomendada por la logia, sino una búsqueda personal y predestinada, marcada por esta poderosa visión onírica que conecta el Grial y el conocimiento sagrado directamente con el paisaje y la historia de Capilla del Monte y sus antiguos habitantes. La leyenda contada en este sueño se convierte en la motivación principal para el viaje de Zaninni a las sierras cordobesas.
El capítulo "ARMÓRICA" marca un punto de inflexión en la novela, trasladando la narrativa histórica a la Argentina y presentando la llegada de Pedro Zaninni al escenario clave de la historia: Capilla del Monte. Este pasaje detalla su establecimiento, sus relaciones con figuras locales influyentes y, fundamentalmente, el inicio de su proyecto que desencadenará el conflicto central de la novela: la construcción de la basílica sobre un sitio cargado de historia y misterio.
De Buenos Aires al Llamado de las Sierras:
Pedro Zaninni llega a Buenos Aires en 1902. Aunque la vibrante y pujante capital argentina le ofrece grandes oportunidades profesionales, nada lo convence de quedarse. Su destino está marcado por el sueño revelador y las notas de Claude Berlotz: Capilla del Monte (la antigua San Antonio del Valle de Punilla) es el lugar. Lo reconoce como el "punto perdido en el mapa" y el "cerro sagrado de los comechingones", un faro que guía su quimera.
Tras cumplir encargos para las logias de Buenos Aires, Zaninni emprende el viaje en tren hacia Córdoba. A su llegada a Capilla del Monte, es bien recibido por las autoridades y la comunidad, encontrando rápidamente hospitalidad y propuestas de trabajo.
La Figura Influyente del Dr. Karl Kühl:
Una relación clave que Zaninni establece es con el enigmático y controvertido Dr. Karl F. Kühl. Este alemán, llegado décadas atrás con Sarmiento, con una destacada participación en la vida académica y militar del país (expedición al desierto con Roca), se ha convertido en una figura de gran poder e influencia en Capilla del Monte. Kühl es descrito como un hombre duro, respetado y temido, con fuertes contactos políticos, que ha consolidado su control sobre propiedades clave en la zona (incluida la antigua casona de Carvallo) de manera cuestionable, y ha sido fundamental en la urbanización y organización del municipio. Su determinación es tal que nadie se atreve a oponerse a sus decisiones, incluso cuando implican el despojo de antiguos propietarios.
A pesar de sus diferencias de personalidad y trasfondo, Zaninni y Kühl entablan una amistad basada en intereses comunes en astronomía, mitos y creencias. Kühl se convierte en el aval social y profesional que Zaninni necesita en el pueblo.
La Búsqueda del Ermitaño y los Misterios del Territorio:
Paralelamente a su establecimiento y crecimiento profesional (sus trabajos iniciales rápidamente le consiguen nuevas comisiones, permitiéndole prosperar y edificar su propia casa y oficina), Zaninni emprende la búsqueda del misterioso "Ermitaño", a quien sospecha es Claude Berlotz, el masón desaparecido que buscaba ERKS en la región.
Acompañado por un baquiano, Zaninni explora la compleja geografía serrana (Los Mogotes, Los Paredones, La Toma, Los Terrones, El Zapato), adentrándose en lugares cargados de leyendas locales. Visitan la "Cueva de los Vientos" (el "pungo"), una antigua mina de cuarzo asociada a historias de locura, almas en pena y "luces malas", un lugar que resuena con el esoterismo.
También encuentran "El Huerto del Diablo" y una cueva detrás de una cascada, símbolos de una presencia humana pasada, pero sin rastros del Ermitaño. La búsqueda física de Berlotz se convierte en una exploración de los misterios arraigados en el paisaje, validando la conexión entre el territorio y las leyendas que Zaninni ha traído consigo.
El Proyecto que Desencadena el Conflicto:
El objetivo final de Zaninni es construir la basílica. Utilizando sus habilidades de persuasión, convence a Kühl de la magnitud y el orgullo que significaría para el pueblo reemplazar la antigua capilla por una construcción más ambiciosa. Kühl, con su influencia política y su determinación implacable ("Caiga, quien caiga..."), se convierte en el facilitador crucial para llevar adelante el proyecto, a pesar del malestar de la población que deseaba preservar la "reliquia colonial".
Este capítulo establece de manera contundente el inicio del conflicto central de la novela. Pedro Zaninni, guiado por un propósito esotérico (encontrar el lugar adecuado para su catedral simbólica, conectado a la leyenda del Grial en Argentum y al rastro de Berlotz y Erks), llega a Capilla del Monte. Allí, se alía con una figura de poder local (Dr. Kühl) para ejecutar un proyecto de construcción que implica la demolición de la antigua capilla, erigida sobre un sitio que, como se reveló en capítulos anteriores, es un antiguo enterratorio comechingón y alberga la sagrada piedra Rumipal. La construcción de la basílica no es solo un acto arquitectónico, sino una intervención directa en un lugar cargado de historia, mito y conflicto espiritual, sentando las bases para los eventos fantásticos que se desarrollarán en la novela.
El capítulo "EL VASCO Y LA PIEDRA" nos sumerge en el conflicto más físico y simbólico de la novela hasta ahora: el intento de remover la sagrada piedra Rumipal del sitio donde Pedro Zaninni desea erigir el altar de la nueva basílica. A través de la figura de "El Vasco", Koldo Echeverría, este pasaje dota de vida y resistencia a la historia ancestral de la tierra.
El Vasco: Un Hijo de la Tierra en Lucha con la Historia:
El texto presenta a "El Vasco", Koldo Echeverría, el capataz encargado de la difícil tarea de mover la piedra. Su identidad está profundamente ligada a su origen vasco, un pueblo con una historia milenaria y una conexión intrínseca con las piedras (sus dólmenes, su lengua euskerra donde la palabra para piedra, "aitz", forma parte de otras palabras comunes, la leyenda de ser el primer asentamiento post-diluvio). Los vascos, según el texto, conocían las leyes ancestrales y mágicas detrás de las piedras de límite, las "makilas" y los "mojones", viéndolas no solo como marcadores físicos sino como objetos sagrados que aseguraban la prosperidad. El Vasco, como genuino representante de su raza, siente un orgullo y una comprensión innata hacia la piedra.
La Resistencia del Rumipal:
La descripción de la lucha para mover la Rumipal es visceral: caballos percherones, cadenas, poleas, una maquinaria rudimentaria enfrentada a una resistencia monumental. La piedra, descrita con sus características físicas (dos metros, forma prismática, orificio en el extremo), parece "arraigada al centro mismo del planeta". El Vasco la ve como un "peligroso prisionero" o un adversario en una "lucha a muerte". Su tozudez vasca se enfrenta a la inmovilidad milenaria de la piedra.
El Sitio Sagrado y sus Ecos del Pasado:
Se reitera que esta piedra es la Rumipal de los Comechingones, situada en su antiguo enterratorio sagrado. Se menciona el hallazgo de las cuatro piedras planas y circulares talladas con símbolos del sol y la luna encontradas cerca de ella en tiempos de Carvallo (y ahora en posesión de Kühl), reforzando la idea de que el sitio era un lugar de culto y conocimiento astronómico para los nativos. El hecho de que Zaninni insista en poner el altar precisamente sobre este lugar subraya la colisión de propósitos: el constructor busca un lugar sagrado para su templo simbólico, sin dimensionar completamente que está perturbando un espacio que ya lo era de una manera ancestral y poderosa.
Anarquismo, Conflicto y Deber:
El personaje del Vasco es complejo. Su pasado anarcosocialista, su lucha por los derechos de los trabajadores y su animadversión hacia el Estado (representado por Kühl) y la religión contrastan con su trabajo en la construcción de una iglesia. Lo hace por necesidad económica, pero mantiene su integridad y su función de líder y protector de la peonada. Su relación con Zaninni se basa en el respeto mutuo, y el encargo de mover la piedra se convierte en un desafío personal para no fallarle al constructor.
La Revelación a Través de la Luz:
El momento cumbre del capítulo ocurre durante la lucha solitaria y nocturna del Vasco con la piedra. Agotado y al borde de la desesperación, es testigo de un fenómeno extraordinario: el último rayo del sol poniente atraviesa el orificio del Rumipal y se proyecta precisamente sobre el punto donde, en tiempos de Carvallo, se hallaba una de las piedras talladas. Este evento, que ocurre anualmente alrededor del solsticio, revela que la piedra no es solo un monolito, sino un marcador astronómico o un dispositivo ligado a un conocimiento antiguo.
El Vasco, un hombre práctico y curtido, se ve confrontado con la evidencia de algo que escapa a la razón. Se pregunta a quién está revelando su secreto la piedra: ¿a él, un simple obrero, o a Zaninni, el constructor? Comprende que la piedra está cumpliendo su función simbólica: "unir una vez más el cielo con la tierra, lo de arriba con lo de abajo, lo divino con lo humano". Recuerda la advertencia del "viejo del carrizal" sobre no despertar a la Rumipal, que supuestamente tapa la "cueva del mesmo innombrable".
El Misterio se Intensifica:
El capítulo concluye con el Vasco habiendo logrado mover ligeramente la piedra tras una noche de esfuerzo titánico. A pesar del agotamiento físico y la extrañeza del fenómeno presenciado, prevalece su determinación. Sin embargo, el descubrimiento de huesos comechingones ese mismo día y la revelación del propósito astronómico de la piedra, junto con la advertencia sobre la cueva que tapa, intensifican el misterio del sitio. La lucha no es solo contra el peso de la piedra, sino contra las fuerzas invisibles y la historia profunda que protege. La Rumipal, más que un obstáculo, se revela como una clave ancestral en el enigma de Capilla del Monte.
El capítulo "PARAVACHASCA" marca un giro dramático en la novela "El Constructor de Categriales", al lograrse finalmente la remoción de la obstinada piedra Rumipal. Este evento no solo significa una victoria física, sino que abre la puerta a un mundo subterráneo que parece ser el verdadero corazón del misterio en Capilla del Monte.
La Victoria sobre la Piedra y una Revelación Inesperada:
Tras una noche de lucha solitaria por parte de El Vasco, la mañana trae el éxito. Con la ayuda de los caballos y las poleas, la Rumipal, esa "tonelada de cuarzo y roca", cede finalmente. Pero lo que se revela debajo no es solo tierra, sino un "pozo profundo que asomaba misterioso". Zaninni, visiblemente alterado y nervioso, ordena dejar la piedra a un lado y concede un día libre a la cuadrilla, deseoso de quedarse a solas con el secreto recién descubierto.
Un Pacto de Silencio y la Búsqueda de la Verdad:
El Vasco, que ha puesto su alma en la tarea, exige una explicación. Ante la evidencia innegable ("Ahí abajo hay más que un pozo, y esto no es sólo una piedra"), Zaninni decide compartir parte de su conocimiento y su "capricho de un sueño" con él. Sellan un pacto de secreto absoluto, donde la palabra de El Vasco ("hitza eman") tiene más peso que cualquier documento legal.
Ecos del Pasado y Conexiones Lingüísticas Ancestrales:
La conversación se adentra en los misterios de la piedra: ¿quién la puso y cuándo? Se confirma que fue "mucho antes que los españoles". El Vasco observa marcas grabadas que, según él, dicen "Padre" en vasco, lo que lleva a Zaninni a exponer una audaz teoría: la posible raíz común (sánscrito) de lenguas tan distantes como el vasco y las lenguas indígenas de la región (quichua, aimara, cacán). Utiliza como ejemplo la palabra "paravachasca", que el último Comechingón de la zona usaba para la llovizna, y que en sánscrito/quechua significa "llovizna crespa que viene de lejos". Esta conexión lingüística refuerza la idea de antiguos contactos y una sabiduría compartida.
La Piedra como Reloj Cósmico:
Zaninni explica la verdadera función de la Rumipal: no es solo una piedra, sino un "menhir" que servía como "calendario terrestre y celeste". Era parte de un "sistema inteligente" (junto a las cuatro piedras faltantes) que permitía a los antiguos habitantes (los "sabios" Comechingones) determinar posiciones astronómicas y utilizarlas para guiar decisiones vitales sobre cosechas, fertilidad, guerras y salud.
La Justificación de la Profanación:
Ante la pregunta de El Vasco sobre por qué remover una piedra tan importante y sabia, Zaninni da una respuesta controvertida: "a veces la Verdad... es muy peligrosa y no puede estar en manos de cualquiera". A pesar de la desconfianza de El Vasco hacia esta visión elitista, Zaninni argumenta que un "nuevo constructor" debe erigir un sitio de culto sobre este lugar sagrado para forzar a los hombres a buscar la verdad no solo "arriba", sino también "abajo", a sus pies.
Descenso a las Entrañas del Cerro:
Impulsados por la curiosidad y la convicción, Zaninni y El Vasco se preparan para explorar el pozo. El Vasco desciende primero, enfrentando trampas con puntas de sílex afiladas como agujas, una bienvenida hostil para los intrusos. Una vez superado el peligro inmediato, se encuentran en un vasto sistema de galerías subterráneas.
Un Mundo Oculto de Luz y Agua:
El descubrimiento más asombroso es que la caverna está iluminada por una "luminosidad diáfana y pareja" que emana de un "tapizado de musgo muy particular" de color dorado verdoso, una forma de autobioluminiscencia. El aire es puro y húmedo, con un olor particular que recuerda al palo santo.
Crucialmente, descubren que el agua que fluye ruidosamente por uno de los pasillos es el origen de las vertientes que alimentan el río y proveen de agua al pueblo y los cultivos. El sitio sagrado no solo está conectado al cielo (calendario solar), sino también a la fuente de vida de Capilla del Monte.
Exploran los pasillos, encontrando una salida natural disimulada en la barranca del río ("La Cueva de Las Golondrinas"), que deciden usar en el futuro, sellando la entrada del pozo bajo donde estaba la Rumipal. Zaninni planea construir el altar precisamente sobre este hueco.
Renovación y Misterio Profundizado:
Tras la exploración, ambos hombres sienten una inexplicable sensación de vitalidad y renovación, quizás efecto del agua, la luz o la emoción. El capítulo concluye con la confirmación de que bajo el sitio de la antigua capilla existe un complejo subterráneo iluminado, fuente del agua del pueblo, y un posible "Templo de Piedra" esperando ser explorado, vinculado a antiguos conocimientos y leyendas. La "Peste del Enterratorio" y el misterio de la Rumipal adquieren una nueva dimensión con el descubrimiento de lo que yace bajo la superficie. La verdadera búsqueda de "El Constructor" ha comenzado.
El capítulo "POR EL PASILLO DEL ESTE" de "El Constructor de Categriales" lleva a Pedro Zaninni y El Vasco a adentrarse en el misterioso sistema de galerías subterráneas descubierto bajo el emplazamiento de la antigua capilla. Este pasaje está lleno de asombro, peligro y hallazgos que conectan la geografía local con leyendas universales y conocimientos ancestrales.
Impulsados por la curiosidad y el pacto de silencio, los dos hombres eligen el pasillo del este para iniciar su exploración. Este túnel, por donde fluyen el agua y una brisa constante, se dirige hacia el Cerro Uritorco, funcionando como una "vena que retornaba a su centro". A medida que avanzan, admiran la perfección de la ingeniería que permitió construir un sistema de iluminación y ventilación autosuficiente, con claraboyas disimuladas en la superficie que alimentan la luminosidad de los musgos. La imponencia de la obra subterránea contrasta con la sensación de insignificancia que embarga a los exploradores.
Un Paisaje Subterráneo Fascinante y Peligroso:
La travesía revela un mundo subterráneo de belleza extraña, con estalactitas y estalagmitas de formas caprichosas. Sin embargo, el camino también presenta desafíos, como una pendiente resbaladiza y la revelación de que la entrada principal (bajo la piedra Rumipal) estaba protegida por una trampa mortal: puntas de sílex afiladas esperando al intruso.
El Salón de los Ancianos y un Doble Hallazgo Mortuorio:
Al llegar a una curva cerrada, descienden a un área diferente, que deciden llamar "El Salón de los Ancianos" por las formaciones rocosas antropomórficas que parecen participar en un ritual eterno. Aquí, la luz bioluminiscente es más tenue. Es en este punto donde se produce un hallazgo que impacta profundamente a Zaninni: los restos perfectamente conservados de dos individuos en recámaras separadas.
El primero es un cruzado europeo, vestido con ropas de seda y lino, con un peto bordado con una cruz gamada y una espada oxidada. Este hallazgo valida las leyendas que Zaninni ha investigado, conectando directamente el sitio con la presencia de emisarios europeos (como Parzifal) en busca de reliquias sagradas.
El segundo es un esqueleto en posición fetal, momificado, con restos de cabello y barba, y elementos de culto a su lado: un mortero, pipas ceremoniales ("puricas") de basalto, y tablas de arcilla con alegorías similares a runas celtas. Lo más significativo es el bastón de piedra verde azulada tallada con inscripciones, identificado por Zaninni como el Toki Lítico, el Bastón de Mando, la Piedra que Habla, el mítico Simi Huinqui, símbolo de la unión de los pueblos del Cono Sur y el "primer eslabón del máximo triángulo de poder que ostentaba el conocimiento humano". Este hallazgo confirma la presencia de un líder indígena (probablemente Comechingón) de gran relevancia espiritual y política en este lugar.
La Conexión Mística y la Búsqueda Trascendental:
La presencia conjunta del cruzado y el líder indígena, junto con el Simi Huinqui, refuerza la idea de que este sitio es un punto de convergencia de diferentes tradiciones y búsquedas espirituales. Zaninni lo percibe como su "viaje iniciático real", la clave que une al individuo con su "Yo Interior", su origen y su destino. Recuerda la historia de la Caldera de Dadga y siente que está dentro de una "caldera similar, dentro del Grial que tanto buscaba". La emoción lo desborda, sintiendo que es un "día de gloria para el alma".
Oro, Simbolismo Erótico y Filosofía:
La exploración continúa por otro corredor donde una pared reluce con oro. Talladas en el metal, descubren imágenes en relieve de figuras humanas en posiciones eróticas, una "fiesta" de cuerpos desnudos y técnicas amatorias sofisticadas. Aunque El Vasco se muestra desconcertado, Zaninni reconoce estas escenas en templos cristianos europeos y las interpreta, recordando la explicación de un monje: el erotismo en los templos como una "ventilación" necesaria para el "tonel" humano. Sin embargo, aquí, el mensaje parece más profundo, como indica una inscripción en latín antiguo: la impureza no está en lo visto, sino en el corazón del observador. Zaninni ve en ello la "fuerza motriz de la Naturaleza", el sexo como manifestación del poder de Gaia, la energía Kundalini, el templo como un útero que, como el Grial, contiene el misterio de la vida.
Encuentran también la imagen de un ser andrógino (mitad hombre, mitad mujer) con el sol y la luna, símbolo de la polaridad complementaria y la dualidad de la existencia, donde el bien y el mal son polos de la misma cosa.
Magnetismo, Peligro y el Regreso a la Realidad:
Descubren que la caverna posee un fuerte magnetismo que afecta su reloj y el facón del Vasco, indicando que están "dentro de un gran imán". Cuando se disponían a regresar por la Cueva de las Golondrinas, un temblor los sorprende. Inicialmente temen un terremoto o un derrumbe, pero pronto reconocen la vibración: es el paso del tren del mediodía por la vía que se extiende sobre la caverna. Se dan cuenta de que, aunque para ellos el tiempo se detuvo, solo han pasado unas seis horas bajo tierra.
Salen por la Cueva de las Golondrinas, embarrados pero sintiéndose revitalizados y ligeros. Al llegar al pueblo durante la inauguración de un molino, su apariencia desata la sorpresa y preocupación de los habitantes. Zaninni, con aplomo, inventa una excusa ("Estudio de Suelos y Aguas" para la nueva iglesia) para justificar su estado y desviar la atención del verdadero descubrimiento.
Este capítulo es una explosión de revelaciones. Confirma la existencia de un complejo subterráneo bajo el sitio de la capilla, revela la fuente del agua del pueblo, y presenta hallazgos (el cruzado, el líder indígena, el Simi Huinqui) que validan las leyendas y conectan el lugar con una historia milenaria de búsqueda y custodia de conocimiento sagrado. La experiencia transformadora de Zaninni y El Vasco en la caverna, iluminada por musgos bioluminiscentes y cargada de simbolismo, establece firmemente la dimensión esotérica y mística de la novela, sugiriendo que la búsqueda del Grial está íntimamente ligada a este lugar y a la sabiduría ancestral que guarda.
El capítulo "LA INICIACIÓN" nos sumerge en las secuelas inmediatas del descubrimiento subterráneo, explorando la dinámica cambiante entre Pedro Zaninni, El Vasco y las fuerzas conservadoras del pueblo. Este pasaje es fundamental para entender el trasfondo ideológico y espiritual que rodea la construcción de la basílica.
La Desaparición de la Piedra y un Secreto Sellado:
El capítulo inicia con un asado para la peonada, un intento de consolidar el grupo en torno al proyecto de la basílica. Sin embargo, un evento significativo ocurre en segundo plano: por orden del cura, la sagrada piedra Rumipal es retirada del sitio y arrojada al río. A pesar de la importancia que Zaninni le atribuye (aunque no pudo retenerla) y el Vasco le confiere (quien previamente selló el pozo que la piedra cubría con una laja y escombros), el símbolo ancestral es físicamente removido del lugar de la construcción, aunque su presencia y misterio persisten en la memoria y en el subsuelo. La rápida acción del Vasco para ocultar el acceso subterráneo subraya el pacto de secreto compartido con Zaninni.
Una Alianza Inesperada: El Constructor y El Vasco:
A pesar de sus orígenes y creencias dispares, la experiencia compartida en la caverna forja un vínculo profundo entre Zaninni y El Vasco. Durante los descansos de la obra, Zaninni, con paciencia, instruye a El Vasco en los complejos conceptos extraídos de los "libros prohibidos" (textos esotéricos y alquímicos) que le ha prestado. Zaninni reflexiona sobre por qué El Vasco, aparentemente ajeno a estas ciencias, ha sido su compañero en el descubrimiento, sugiriendo que quizás su simplicidad y conexión con la tierra encarnan la "teoría de los opuestos" necesaria para un conocimiento completo.
El Lenguaje Sagrado de la Arquitectura:
Las conversaciones entre ellos revelan la visión de Zaninni sobre la arquitectura no como simple construcción, sino como un "lenguaje sagrado" para transmitir "conocimiento universal". Se detalla el simbolismo detrás de la elección del techo octogonal para la basílica: el ocho como representación del infinito, la transición entre el cosmos y la eternidad, un número recurrente en diversas tradiciones místicas (Hiperbórea, Budismo, Templarios). Explica que el octógono es la figura intermedia entre el círculo (cielo) y el cuadrado (tierra), logrando la "circulatura del cuadrado y cuadratura del círculo", símbolo de la unión de espíritu y materia. El techo, en este contexto, separa lo manifiesto de lo inmanifestado.
La Iniciación como Viaje Subterráneo:
Zaninni define la iniciación no solo como un proceso espiritual, sino explícitamente como la "visita del ser humano a las entrañas mismas de la tierra", el "viaje a lo ignorado". Conecta esto con el concepto indígena de entrar a la "Salamanca" y subraya la necesidad de descender ("bajar a los infiernos") para poder ascender a la Verdad. Utiliza la analogía de una semilla ("neófitos") para describir a quienes inician este camino. Esta interpretación dota de un significado trascendental a la exploración de la caverna que realizaron.
El Choque Frontal: Fe Dogmática vs. Conocimiento Oculto:
El momento de mayor tensión ocurre cuando el Padre Francisco descubre accidentalmente los libros esotéricos en la bolsa de El Vasco. La confrontación es un choque violento entre la fe dogmática y la búsqueda de conocimiento más allá de los cánones establecidos.
El cura condena los libros como "profana y satánica", mientras El Vasco, impulsado por sus convicciones anarquistas y su nueva comprensión de lo simbólico, desafía al religioso, argumentando que la impureza está en la conciencia y que "todo fue hecho por la naturaleza", incluso el bien y el mal. La discusión escala rápidamente, revelando las profundas divisiones ideológicas que subyacen a la aparente unidad del proyecto de construcción.
Intervención y Respiro:
La disputa se interrumpe por la oportuna intervención de Zaninni, quien logra calmar los ánimos apelando a la mesura y al lugar sagrado de la obra. La tensión se disuelve momentáneamente, pero el enfrentamiento deja claras las fricciones existentes entre los diferentes actores involucrados en el proyecto de la basílica: el pragmatismo influyente de Kühl, la visión esotérica y arquitectónica de Zaninni, la lealtad y el arraigo a la tierra del Vasco con su rebeldía social, y la fe institucional del Padre Francisco.
Este capítulo es crucial para entender que la construcción de la basílica es mucho más que un edificio; es un campo de batalla simbólico e ideológico donde convergen la historia, el mito, el conocimiento oculto y las creencias contrapuestas. La remoción de la piedra ancestral y la revelación del mundo subterráneo han intensificado estas tensiones, haciendo de la obra un catalizador de conflictos latentes y una potencial puerta a misterios aún mayores. La "iniciación" no es solo para Zaninni y El Vasco en la caverna, sino para el lector, que comienza a comprender las profundas capas de significado de la historia.
El capítulo "UNA REUNIÓN INCÓMODA" nos adentra en la esfera personal e intelectual de Pedro Zaninni tras su experiencia en la caverna. Lejos de centrarse en la construcción física, este pasaje explora las profundas transformaciones que está experimentando el constructor y un tenso encuentro con su mecenas, el Dr. Karl Kühl, donde colisionan visiones del mundo radicalmente opuestas.
Las Transformaciones del Constructor:
El texto describe los notables cambios en Zaninni: una disminución drástica en su necesidad de sueño y cansancio, una claridad mental asombrosa que le permite comprender textos con una rapidez inusitada (como si ya los conociera) y la desaparición de dolencias físicas crónicas. Estos cambios, que parecen estar ligados a su "maratón mística" subterránea, sugieren que su "iniciación" está alterando su ser a niveles fundamentales. Sin embargo, también se manifiestan signos de soledad, con manías circulares y una obsesión por el orden, mientras mantiene vivos los recuerdos a través de fotos, incluida la de Mariette.
Un Encuentro Cargado de Tensión Subyacente:
Zaninni asiste a regañadientes a un té con el Dr. Kühl. Aunque formalmente aliados en el proyecto de la basílica, el texto insinúa una creciente "línea de división" entre ellos. Kühl, un hombre de ciencia, poder e influencia, representa el paradigma del progreso material y tecnológico de la época. Zaninni, transformado por sus descubrimientos, encarna ahora una perspectiva que valora el saber espiritual y el conocimiento oculto por encima de los logros puramente científicos.
El Debate Filosófico: Ciencia vs. Saber:
La conversación se convierte en un debate filosófico incómodo para Kühl, quien inicia la charla elogiando los avances científicos (como la aspirina) y la ciencia como salvadora de la humanidad. Zaninni, sin embargo, responde con argumentos que desafían la visión positivista de Kühl. Cuestiona la generalización de las leyes físicas a todos los campos, la obsesión de la ciencia por lo "visible y palpable", su incapacidad para hacer a la humanidad más feliz o desarrollar la conciencia a la par del progreso tecnológico. Argumenta que la historia de la ciencia es una historia de errores y que la búsqueda de la verdad absoluta es ilusoria.
La discusión se profundiza al abordar la naturaleza del conocimiento y la fe. Zaninni distingue entre "conocimientos" (adquiribles, transmisibles) y "saber" o sabiduría (lograda por un camino individual de "toma de conciencia"). Afirma categóricamente: "Creer es No Saber", pero a la vez defiende la Fe como "el camino más seguro para llegar al saber", sugiriendo que la creencia genera la posibilidad de la realidad.
La Frustración de Kühl y la Transformación de Zaninni:
Kühl, acostumbrado a ser el que dicta cátedra, se ve frustrado y perplejo ante los argumentos de Zaninni. Su incomodidad es palpable, llegando a desear "matarlo" o "desaparecer" para terminar la "tortura" de esta "sobredosis de realidad". La conversación se interrumpe abruptamente cuando Kühl es llamado a una reunión política crucial para conseguir fondos para la iglesia, irónicamente, el proyecto que Zaninni impulsa por razones muy diferentes a las de Kühl.
El encuentro concluye con un apretón de manos "frío", evidenciando la distancia creciente entre ellos. Zaninni se retira asombrado por sí mismo, por el "Nuevo Hombre que nacía de sus palabras", reconociendo que la experiencia subterránea lo ha cambiado fundamentalmente.
Este capítulo es esencial para entender la dualidad de la novela. Muestra que la construcción de la basílica no es solo un proyecto físico, sino el punto de colisión de diferentes fuerzas e ideologías. La transformación de Zaninni, impulsada por su "iniciación" en el inframundo del Uritorco, lo posiciona como un buscador de sabiduría que trasciende la ciencia materialista de su época, creando una brecha insalvable con su antiguo mentor. La "reunión incómoda" articula el conflicto filosófico subyacente que anima la búsqueda del Grial y el conocimiento oculto en el corazón de las sierras cordobesas.
El capítulo "EN EL VIENTRE DE GAIA" relata la segunda y más profunda exploración subterránea de Pedro Zaninni y El Vasco, transformándose en un viaje alucinante y revelador a través de las entrañas del Cerro Uritorco. Este pasaje es clave para la novela, ya que desvela hallazgos cruciales y sumerge a los protagonistas en experiencias que desdibujan los límites de la realidad, la historia y el tiempo.
Mientras en la superficie la construcción del altar de mármol avanza y los vaivenes políticos afectan la obra, Zaninni y El Vasco se preparan para una nueva inmersión en el sistema de galerías. Cargados con más equipo, se dirigen hacia "La Cueva de las Golondrinas". Antes de entrar, Zaninni explica el simbolismo del tetraedro y la pirámide, relacionándolos con la montaña y la caverna, conectando la geometría con la masonería y el orden divino, conceptos que El Vasco intenta asimilar con su particular pragmatismo. La tensión se rompe momentáneamente con un sorpresivo ataque de puma que El Vasco repele con un certero disparo, salvando la vida de Zaninni y haciendo gala de su "asesor literario" (su revólver).
Exploración y Hallazgos en el "Salón de los Ancianos":
Regresan al interior, entrando por el pasillo del este que conduce hacia el Uritorco. La galería, iluminada por los musgos bioluminiscentes alimentados por hilos de sol, es una obra de ingeniería natural o ancestral que inspira asombro y humildad.
Llegan al área de la cascada y las formaciones rocosas antropomórficas, el "Salón de los Ancianos". Es aquí donde se producen los hallazgos más impactantes:
Los restos de un cruzado europeo, confirmando la presencia de emisarios de leyendas europeas en estas tierras lejanas.
Los restos de un líder indígena, preservado y rodeado de objetos rituales. Crucialmente, descubren el Toki Lítico o Simi Huinqui, un bastón de piedra tallada, identificado como el Bastón de Mando y la Piedra que Habla, símbolo de poder, unión de pueblos y parte de un "máximo triángulo de poder" (con el Grial y el Libro Sagrado).
Estos hallazgos validan las leyendas que Zaninni persigue y sugieren que el sitio es un punto de convergencia histórica y espiritual de gran magnitud. Zaninni lo experimenta como su verdadero "viaje iniciático", un encuentro con el misterio de la vida y su propio ser.
Un Mundo Subterráneo en Expansión:
Continúan explorando otras secciones de la caverna. Un pasillo hacia el sur los lleva bajo el pueblo, revelando un terreno difícil y peligroso, y la presencia de un profundo precipicio con un río rugiente en la oscuridad, que cruzan usando una soga. Ascienden por otro pasaje, deduciendo que están bajo la Calle de Las Gemelas, emergiendo en una cueva cercana a la cima de uno de los cerros Gemelas, lo que demuestra la vasta extensión del sistema de túneles.
Al regresar a la zona de la cascada, exploran un pasillo bloqueado por un foso. De este foso emana vapor de azufre tóxico, obligándolos a una retirada precipitada.
El Musgo Curativo y Visiones Asombrosas:
Durante la fuga del vapor, Zaninni se hiere la rodilla. Intuitivamente, aplica el musgo bioluminiscente a la herida, que cicatriza de forma asombrosa. Consumen el musgo, lo que provoca una experiencia alucinógena y visionaria compartida.
Zaninni tiene una visión del futuro (o quizás otra dimensión): ve Capilla del Monte con calles asfaltadas y casas modernas, y distingue la iglesia que está construyendo, aunque con diferencias en la fachada. Penetra en las paredes de la iglesia y se encuentra cara a cara con una figura sentada y perpleja, que parece ser un reflejo de sí mismo, en un encuentro anacrónico y conmovedor que desafía la comprensión racional.
El Vasco, bajo los efectos del musgo, tiene una visión paralela, persiguiendo "vacas de ocho patas" (un eco del simbolismo octogonal mencionado anteriormente).
Historia Profunda y la Naturaleza del Grial:
Más adelante, descienden por una nueva cárcava y descubren un cementerio de enormes huesos de dinosaurios y pinturas rupestres primitivas que representan animales antediluvianos y figuras humanas bajo un sol. Este hallazgo añade una capa de antigüedad inmensa al sitio, sugiriendo que fue un hogar y templo para habitantes de la "era cuaternaria". El Vasco, con su humor, lo ve como un "festín para paleontólogos" (término que desconoce). Zaninni lo interpreta como el "útero inmenso de la diosa madre tierra", receptáculo del misterio de la existencia.
Finalmente, discuten nuevamente la naturaleza del Grial. Zaninni reitera que es un "símbolo universal, polémico y controvertido" que puede ser un objeto físico (cáliz, piedra, cofre, caldero, mesa) o un concepto simbólico (honor, virtud), pero siempre un "recipiente portador de cualidades divinas".
El Regreso y la Promesa de Continuar:
Salen de la caverna por una estrecha abertura en la ladera sur del Uritorco al anochecer. A pesar del cansancio, sienten una sensación de posesión del tiempo. Mientras regresan, observando las luces parpadeantes del pueblo a lo lejos, El Vasco, incansable en su búsqueda de comprensión, le pide a Zaninni que le explique de nuevo lo del Grial.
"En el Vientre de Gaia" es un capítulo que consolida la caverna bajo el Uritorco como un centro místico y un depósito de historia y conocimiento a lo largo de eones. El descubrimiento de los restos de un cruzado y un líder indígena con el Simi Huinqui, las propiedades curativas y visionarias del musgo, los hallazgos paleontológicos y rupestres, y la experiencia que trasciende el tiempo, confirman que la búsqueda del Grial en este lugar está ligada a la tierra misma, a su historia profunda y a un saber ancestral que desafía la lógica convencional. La "iniciación" de Zaninni y El Vasco en este vientre sagrado es un punto sin retorno en su viaje por el misterio.
El capítulo "UNA VISITA INESPERADA" introduce una nueva y peligrosa dimensión al misterio de "El Constructor de Categriales". La llegada de Otto Von Schilemann, un reputado científico alemán huésped del Dr. Karl Kühl en Capilla del Monte, desata una tensa confrontación con Pedro Zaninni, revelando que la búsqueda del constructor no pasa desapercibida y está entrelazada con fuerzas externas de naturaleza oscura.
La escena se desarrolla en una fiesta organizada por Kühl para agasajar a Schilemann, reuniendo a la alta sociedad local. En medio del bullicio y la formalidad, Schilemann, un hombre corpulento y directo, se acerca a Zaninni. Sorprendentemente, el recién llegado demuestra un conocimiento inusitado sobre las "intimidades" del constructor: sus estudios de lo "oculto", su amor por lo "espiritual" y, crucialmente, su "investigación" más allá de la construcción física, sugiriendo que está al tanto de la búsqueda subterránea y del interés de Zaninni por los túneles del Uritorco.
Un Buscador de otro Bando:
Schilemann se posiciona como otro buscador de secretos ("Hay que saber leer las marcas que han dejado los antiguos moradores de esos mundos"), mencionando incluso al desaparecido Hermano Berlotz. Sin embargo, rápidamente queda claro que no es un aliado de la logia de Zaninni, sino posiblemente un miembro de otra organización, un "soldado de otro bando" dentro de la misma "conspiración".
La Terrible Verdad sobre Blaquier:
La confrontación alcanza un punto álgido cuando Schilemann revela de forma críptica y cruel el asesinato de Antón Blaquier, el querido amigo y mentor de Zaninni. Describe su muerte como "dramático e inesperado", con "una daga clavada en el corazón y la boca cosida", una forma brutal de silenciar a un "adepto transgresor". Schilemann acusa a Blaquier de "demencia mística" y de ventilar secretos, aunque Zaninni no cree una palabra. Esta revelación no solo golpea emocionalmente a Pedro, sino que le confirma que su búsqueda es peligrosa y que su mentor fue eliminado por la organización a la que Schilemann pertenece o está afiliado.
Una Ideología Siniestra y Veladas Amenazas:
Schilemann articula una ideología esotérica pervertida y peligrosa. Habla de su grupo como seres "dotados de poderes paranormales" con "supremacía absoluta", que buscan la "acción, la fuerza, el poder" y esperan la llegada de un "nuevo Mesías" que "purificará a la humanidad" y devolverá el "orgullo a la raza". Zaninni reconoce en estas ideas el eco de figuras fanáticas como Adolf Lang y la peligrosa Sociedad de Thule, vinculada al misticismo racista que años más tarde alimentaría al nazismo. Schilemann insta a Zaninni a no desviarse y a cooperar en la búsqueda de los "objetos", lanzando la inquietante frase "la Luz viene del Norte", una aparente inversión del simbolismo masónico que Zaninni interpreta como una asociación del mito hiperbóreo con una ideología racial excluyente.
La Resistencia de Zaninni y el Precio de la Integridad:
Zaninni rechaza con firmeza la ideología destructiva de Schilemann, contraatacando con su propia visión del equilibrio y el fluir de la vida. La tensión verbal escala a un enfrentamiento físico sutil pero contundente. Cuando Schilemann lo amenaza disimuladamente con un cuchillo, Zaninni reacciona con una fuerza sobrehumana, apretándole la mano hasta obligarlo a soltar el arma. Pedro, transformado por su iniciación, demuestra que posee no solo conocimiento, sino también la capacidad de usar la fuerza para defenderse y vengar a su maestro. Advierte a Schilemann que no dudaría en "merecer el infierno" por eliminar a un "monstruo".
Las Consecuencias de la Confrontación:
La intervención de Kühl interrumpe la agresión física, pero el enfrentamiento deja a Zaninni con la certeza de que está siendo observado y manipulado. Sospecha que Kühl también podría ser una pieza involuntaria en este juego peligroso. Se da cuenta de que la búsqueda del Grial y el conocimiento no es un camino solitario y puramente espiritual, sino una batalla contra fuerzas poderosas y siniestras que también ambicionan ese poder. Reflexiona sobre el destino de sus Hermanos en Europa y la creciente marea de misticismo irracional y racista.
El capítulo concluye con Zaninni retirándose de la fiesta, abrumado pero decidido. La confrontación con Schilemann lo ha obligado a aceptar la dualidad de su propia naturaleza, capaz tanto de crear como de destruir. La memoria de Blaquier y la amenaza que representa esta nueva fuerza oscura lo impulsan a seguir adelante, sabiendo que el peligro es real y que la búsqueda del misterio en Capilla del Monte es ahora una cuestión de supervivencia y de evitar que el conocimiento caiga en manos pervertidas. La "visita inesperada" ha globalizado y oscurecido el misterio, colocando a Zaninni en el centro de una lucha de alcance mucho mayor.
El capítulo "LABERINTOS" nos muestra el avance de la construcción temporal de la iglesia y, simultáneamente, profundiza en los aspectos simbólicos y las tensiones latentes que rodean la obra. A través de conversaciones entre Zaninni y El Vasco y un encuentro incómodo, se teje un tapiz que combina el progreso material con la búsqueda mística y la amenaza inminente.
La Obra Avanza, la Incógnita Persiste:
La construcción "transitoria" de la iglesia está casi lista, a pesar de los problemas económicos. Se prepara una pomposa inauguración para el orgullo del pueblo y las autoridades. En medio del bullicio y la actividad, Zaninni, absorto, dibuja laberintos en el suelo, mientras El Vasco le devuelve los libros esotéricos que ha estado leyendo.
La Sabiduría en Símbolos y el Viaje Interior:
La conversación entre ellos se torna filosófica. Zaninni habla del "idioma de los pájaros", contrastando su sabiduría con la de las serpientes, distinguiendo entre el conocimiento que se conquista y el que se recibe por gracia. Explica el significado del laberinto que dibuja: no es un simple garabato, sino un símbolo del proceso de conocimiento en sus etapas iniciales, un "viaje interior" hacia el propio centro, que permite trascender la "Rueda del Mundo". Revela que el laberinto que planea embaldosar en el piso de la iglesia servirá para recordar el "peregrinaje al centro sagrado".
Zaninni vuelve a mencionar la palabra que le fascina: "Categriales", la mezcla de "Catedrales" y "Grial", reafirmando su intención de usarla como título para un futuro escrito, una promesa que El Vasco recibe con humor pero también con la certeza de que tendrá que ayudar a descifrar su significado.
La Amenaza Regresa: Schilemann y la Lucha por el Conocimiento:
La tensión reaparece con la visita inesperada del Dr. Kühl, el Padre Francisco y, notablemente, Otto Von Schilemann, cuya mano vendada es un mudo testigo de su encuentro anterior con Zaninni. Mientras Kühl y el sacerdote se distraen, Schilemann se acerca a Pedro, iniciando una conversación cargada de doble sentido. Interroga a Zaninni sobre la piedra (la Rumipal) y lo que encontró debajo, buscando confirmación de sus sospechas. Zaninni responde con evasivas irónicas, minimizando el hallazgo superficial y recordando a Schilemann, sutilmente, su herida en la mano, advirtiéndole sobre la "dureza de las puertas" en estas tierras, en contraste con la "raza privilegiada" a la que Schilemann dice pertenecer.
La conversación refuerza el conflicto ideológico presentado en el capítulo anterior: la búsqueda de conocimiento por parte de Zaninni frente a la ambición de poder y superioridad racial que representa Schilemann. Zaninni le reitera a El Vasco que Schilemann busca lo mismo que ellos, pero con fines de dominación, y que el camino del conocimiento está lleno de escollos (personas como Schilemann) que buscan imponer sus principios. Subraya que el poder no reside en los objetos, sino en el saber mismo.
Reflexión y la Llamada del Uritorco:
Tras la tensa visita, Zaninni se queda reflexionando. Se siente usado, sospechando que Kühl también pueda serlo. Reconoce que la verdad debe ser defendida, pero sin forzar los acontecimientos. Contempla la peligrosa marea de misticismo irracional y racista que se gesta en Europa, vinculado a la perversión de las ideas esotéricas, y que de alguna manera se conecta con lo que Schilemann busca en Capilla del Monte.
El capítulo culmina con Zaninni mirando al Cerro Uritorco y sintiendo una voz, proveniente de "lo más profundo de la piedra", que le susurra: "Te estoy esperando Zaninni, te estoy esperando...".
Este final poético y misterioso sella el destino de Zaninni. A pesar de la inminente inauguración de la iglesia temporal (símbolo del progreso y la fe instituida), el verdadero foco de la búsqueda se reorienta hacia el interior de la montaña. La amenaza representada por Schilemann subraya la urgencia de la misión. El laberinto, el simbolismo y la historia oculta convergen en la llamada del Uritorco, indicando que la próxima etapa de la "iniciación" se llevará a cabo en sus profundidades, buscando el centro sagrado y el conocimiento que allí se resguarda.
El capítulo "EL ATANOR" nos sumerge en la expedición culminante de Pedro Zaninni y El Vasco al interior del Cerro Uritorco. Guiados por la intuición y la promesa de un conocimiento superior, se adentran en lo que Zaninni denomina el "Atanor", el horno alquímico donde la transformación espiritual se lleva a cabo. Este viaje es una odisea a través de pasadizos cargados de simbolismo, pruebas de valía y, finalmente, el encuentro con el objeto de su búsqueda y seres de otra dimensión.
La Descenso al Horno Alquímico:
Aprovechando la lluvia, Zaninni y El Vasco eligen una entrada más discreta. Para Zaninni, la caverna es el "atanor", un lugar de transformación donde la materia (ellos mismos) se purifica por el fuego de la experiencia. Atraviesan pasadizos difíciles y oscuros. Un túnel estrecho y gelatinoso se convierte en un simbólico "canal de parto" para Zaninni, quien revive memorias de nacimientos y muertes pasadas, alcanzando un estado alterado que asocia con la resurrección y la iniciación. El Vasco, por su parte, sufre una experiencia casi fatal de asfixia, salvado por la intervención de Pedro.
Erks: El Salón de los Espejos y la Pista Misteriosa:
Llegan a un gran salón oval, levemente iluminado. En su centro, tres gigantescos espejos de lapislázuli, oro y un material desconocido flotan o se proyectan, apuntando hacia arriba. Zaninni los identifica como parte del mítico Salón de Los Espejos de la ciudad de Erks, un "laboratorio cósmico" capaz de comunicar con otros puntos del mundo. La realidad se distorsiona; los espejos parecen desaparecer y reaparecer, lo que Zaninni explica como una cuestión de vibración y frecuencia, sugiriendo la coexistencia de dimensiones paralelas. Rodeando este centro, hay una vasta "pista" pulida, cuya función es un enigma.
En una sala contigua, encuentran pergaminos y mapas antiguos sobre una mesa de piedra. Estos documentos, que se desintegran al tocarlos, pertenecieron a exploradores anteriores y quizás contengan claves sobre el continente, ahora perdidas en el tiempo. Una inscripción latina advierte: "El Sol mira al Tesoro, pero el Tesoro no puede mirar el sol".
Pruebas de Valía: El Sillón de Oro y Parzifal:
El viaje está plagado de pruebas. En la sala de los mapas, un fastuoso sillón dorado actúa como un test de valía. Cuando El Vasco, impulsivamente, se sienta, un estruendo y una piedra que cae casi lo matan, demostrando que no es el "héroe esperado". Zaninni, entendiendo la prueba, se sienta con "pureza de convicción" y nada sucede, confirmando su dignidad.
Más adelante, encuentran una gran puerta de madera custodiada por los restos momificados de Parzifal, el legendario caballero del Grial. Para pasar, deben cumplir la promesa ritual de Parzifal: atravesar "por sobre mi cadáver". Lo hacen, con respeto pero decisión, rompiendo los huesos pero honrando el juramento ancestral. Otro obstáculo aparece: un puente colgante sobre un abismo. El Vasco, tras un intento fallido y una caída aterradora (de la que milagrosamente sobrevive, aferrándose a una roca), logra cruzar con la ayuda de Zaninni.
El Salón del Grial: El Encuentro con lo Sagrado:
Tras superar las pruebas, abren la puerta y entran al Salón del Grial. Es un espacio de profunda paz, con paredes y piso de grandes baldosones grises (posiblemente magnéticos). Un enorme sol tallado en granito preside el salón. Sobre un altar de mármol, reposan el objeto de su búsqueda: el Santo Grial, un simple cáliz de piedra que irradia una luz angelical, y el Libro Sagrado, un pesado volumen abierto.
Zaninni y El Vasco caen de rodillas, abrumados por la emoción. El Vasco, inicialmente decepcionado por la sencillez material del Grial, comprende pronto, a través de las palabras de Zaninni, que su verdadero valor reside en su contenido: "toda la sabiduría del universo y la historia de la humanidad". La búsqueda no era por un objeto material, sino por un crecimiento interior. La inscripción de la mesa se resuelve: el Grial no puede estar a la luz del sol (lo material) sin desintegrarse (perder su esencia).
Seres de Luz y la Ascensión de Zaninni:
La luz del Grial se intensifica, y aparecen seres incorpóreos, "angelicales" y luminosos, que se comunican telepáticamente. Rodean a Zaninni, quien siente que "se tiene que ir". Les explica a El Vasco, en un momento de profunda tristeza y aceptación, que esto es parte de un "proyecto" mayor para su vida, una transición o unas "vacaciones" en otro plano, pero promete regresar. A pesar de la confusión de El Vasco, Zaninni sella la promesa con una apuesta (su reloj) y desaparece entre la luz creciente, sin dejar rastro físico.
El Vasco Solo ante el Misterio:
El Vasco queda solo en el salón vacío, abrumado por lo que ha presenciado. El altar y el Grial parecen girar en su cabeza, y el torbellino de viento y música lo sume en la inconsciencia.
El capítulo "EL ATANOR" culmina la búsqueda física del Grial, revelando su ubicación, su naturaleza simbólica y el complejo mundo subterráneo de Erks como un lugar de profunda antigüedad, pruebas iniciáticas y contacto con lo divino o extradimensional. La partida de Zaninni en brazos de seres de luz es el clímax de su viaje personal, dejándonos con el asombro y la perplejidad de El Vasco, testigo de eventos que desafían toda explicación racional, y la certeza de que el misterio del Uritorco y el Grial ha sido encontrado, aunque de una forma que trasciende lo esperado.
El capítulo "FINAL EXTEMPORÁNEO" sirve como un epílogo conmovedor y agridulce para la narrativa histórica de "El Constructor de Categriales". Lejos de un final triunfal, describe un giro inesperado y trágico que pone fin a la búsqueda de Pedro Zaninni y sella el destino de El Vasco y otros personajes clave en el drama de Capilla del Monte.
La Tragedia Bajo la Tormenta:
La anticipada inauguración de la iglesia provisional se ve abruptamente interrumpida por una fuerte tormenta y un tornado que derriba el techo recién terminado. En medio del caos, la desesperación se apodera de la peonada al descubrir a Pedro Zaninni sin vida, aplastado por un tirante. El Vasco, con la fuerza de la desesperación, libera el cuerpo de su amigo y colaborador, sumergiéndose en un dolor y una rabia incontrolables, golpeando los muros de la iglesia inacabada y gritando "¡Mentiras... Mentiras!", cuestionando la realidad de las experiencias místicas que compartieron. La imagen de Zaninni muerto, con la sangre mezclándose con la lluvia en su rostro, es una estampa cruda y patética del final abrupto de sus ambiciones.
El Funeral y la Luz Misteriosa:
Todo el pueblo acompaña el féretro de Zaninni en un pomposo cortejo fúnebre. Durante la procesión, una luz naranja brillante aparece en el cielo, se dirige hacia el Uritorco y regresa, un fenómeno presenciado por muchos y que se convierte en una leyenda local, interpretada por algunos como el alma de Don Pedro ascendiendo al cielo.
Este evento añade un toque de lo inexplicable al trágico suceso, sugiriendo que la conexión de Zaninni con lo espiritual podría haber sido real, a pesar de su muerte física.
El Destino de los Personajes:
El capítulo detalla el devenir de los principales actores:
El Vasco: Sumido en una profunda depresión y desilusión tras la muerte de Zaninni, se retira de la obra. Su vida da un giro forzado cuando es incriminado por grafitis anarquistas en la casa parroquial (probablemente una venganza del cura). A pesar de negar su culpabilidad y ser creído por el comisario local, este último lo convence de que debe desaparecer con su familia para evitar represalias de enemigos más poderosos (implícitamente, figuras como Kühl y quizás las fuerzas vinculadas a Schilemann). El Vasco se exilia en Bragado, vive una vida más sencilla como tambero, y muere años después, preguntándose si sus vivencias en Capilla del Monte "habrá sido todo un sueño...".
Otto Von Schilemann: Es investigado por espionaje y expulsado de Argentina en 1914 (coincidiendo con el inicio de la Primera Guerra Mundial). Se va sin haber hallado el tesoro que buscaba y con el misterio del silencio de Zaninni.
Dr. Karl Kühl: Muere en soledad en Córdoba a los 77 años, habiendo perdido poder e influencia en sus últimos años.
El Cura: A pesar de ver la iglesia terminada, es inesperadamente trasladado a una pequeña parroquia en Chubut. El comisario, al despedirlo, insinúa que su traslado es una consecuencia de sus acciones pasadas ("La mentira tiene pata corta"), posiblemente relacionadas con la incriminación de El Vasco y las "manchitas ilegibles" (los restos de los grafitis) que desaparecen tras su partida. El comisario brinda en solitario por El Vasco, mostrando su respeto por su integridad.
La Iglesia Terminada y el Legado Olvidado:
La iglesia es finalmente completada años más tarde por otro arquitecto, aunque no alcanza la magnitud de la basílica soñada por Zaninni, convirtiéndose en una iglesia pintoresca que genera orgullo en las nuevas generaciones. El tiempo, implacable, sepulta el "encono y el desagrado" de quienes lamentaban la pérdida de la vieja capilla, y la memoria de los eventos extraordinarios se desvanece en las "historias fantásticas del pueblo".
Un Final Abierto a la Interpretación:
El "FINAL EXTEMPORÁNEO" cierra el ciclo histórico de la novela de manera agridulce. Subraya la fragilidad de las ambiciones humanas frente a la fuerza impredecible de la naturaleza y la persistencia de la injusticia. La muerte de Zaninni es un recordatorio sombrío de los riesgos de la búsqueda y el alto precio que puede cobrarse. La expulsión de Schilemann y la suerte de Kühl y el cura ofrecen un atisbo de justicia poética, pero la vida de El Vasco, marcada por el exilio y la duda, es un reflejo del destino de quienes presencian lo inexplicable pero no pueden probarlo en el mundo convencional. El capítulo deja al lector con la pregunta que atormenta a El Vasco: ¿fueron las experiencias en el Uritorco una realidad mística o solo el producto de una mente febril y un dolor profundo? La luz en el cielo al final del funeral, sin embargo, sugiere que algo trascendental sí ocurrió, aunque la historia oficial y la memoria del pueblo tiendan a relegarlo al olvido o la leyenda.
El capítulo "CAMINATA MATINAL" nos trae de vuelta al presente de la novela, en diciembre de 1999, retomando la perspectiva de Esteban, el protagonista introducido al principio. Este pasaje es crucial porque establece una conexión directa y poderosa entre la historia, el mito y la búsqueda que hemos explorado a través de la narrativa histórica, y la experiencia personal del protagonista en el tiempo actual.
Un Regreso Familiar a un Lugar Enigmático:
El capítulo comienza con una tranquila mañana de vacaciones en Capilla del Monte, un lugar al que Esteban y su familia regresan año tras año, sintiendo una atracción inexplicable. Mientras se prepara para ir al centro a buscar un libro sobre el Grial para su hijo Martín (lo que ya nos recuerda su interés en el tema, presentado en el capítulo "CATEGRIALES"), Esteban reflexiona sobre el paso del tiempo y la rutina de sus visitas.
La Magia Persistente del Pueblo:
Al caminar por el pueblo, se mencionan elementos que refuerzan la atmósfera mística de Capilla del Monte: la réplica de la vieja capilla (un recordatorio de la historia conflictiva del sitio de la iglesia), y la referencia a "La Huella" y "Las Luces", fenómenos que han alimentado la reputación del pueblo como centro de misterios y actividad OVNI, atrayendo a "gurúes y contactados". Esto confirma que el aura de lo inexplicable sigue muy presente en el Capilla del Monte de 1999.
La Irresistible Atracción de la Iglesia:
A pesar de sus otras actividades, Esteban siente una fuerza poderosa que lo atrae hacia la iglesia principal. Describe este impulso como un "imán especial" que no puede evitar. Al entrar, experimenta una sensación extraña y abrumadora cerca del altar, sintiendo su cuerpo vibrar. Esta reacción física y emocional en el mismo lugar donde Zaninni buscó erigir su altar simbólico y donde se encontraban el enterratorio Comechingón y la piedra Rumipal, sugiere que el sitio conserva una energía o una memoria activa.
Una Visión que Desafía el Tiempo:
El momento cumbre del capítulo ocurre fuera de la iglesia. Sentado en un banco, recuperándose de la extraña sensación experimentada dentro, Esteban mira el edificio y de repente lo percibe de manera diferente: "¡No era la misma!". El lugar parece transformarse, envuelto en una "bruma liviana con sabor a tiempo". Experimenta una visión donde el tiempo parece distorsionarse, y siente una fuerza invisible que lo atrae hacia las paredes de la iglesia. Al "penetrar" en ellas, percibe una "fantasmagórica imagen de un hombre que también lo miraba". Describe este encuentro visual como el reflejo en un "espejo deteriorado", donde sus caras "podían encastrar como el negativo y positivo de una foto". Intentan tocarse, pero son separados por "fuerzas de sentido contrario".
Esta visión es un eco directo de la experiencia que Pedro Zaninni tuvo en la caverna subterránea bajo el Uritorco (descrita en "EN EL VIENTRE DE GAIA"), donde también percibió figuras y una que parecía ser un reflejo de sí mismo. La visión de Esteban sugiere una conexión trans-temporal o dimensional con Zaninni o con la energía del sitio.
Un Objeto que Conecta el Pasado y el Presente:
Tras la visión y el regreso abrupto a la realidad (interrumpido por la llegada de su familia), el hijo de Esteban, Martín, encuentra algo que ha quedado en el banco: un "viejo reloj plateado de bolsillo" en una cadena.
Este reloj, descrito con agujas detenidas (posiblemente por magnetismo, como el que Zaninni experimentó en la caverna), coincide con la descripción del reloj que Zaninni portaba (mencionado en "EL ATANOR").
Al recibir el reloj, Esteban experimenta una conmoción física y emocional intensa. Sus palabras, "Apuestas son apuestas", hacen eco directo de la apuesta que Zaninni hizo con El Vasco en el capítulo "EL ATANOR", sellando el compromiso de que su experiencia no era un sueño y se reencontrarían.
Un Destino Circular y la Promesa del Regreso:
El descubrimiento del reloj de Zaninni en el presente de Esteban es una conexión tangible e innegable que valida la realidad de las experiencias místicas y la historia oculta que hemos leído. Sugiere que Esteban no es solo un visitante, sino que está intrínsecamente ligado a la búsqueda y al legado de Zaninni. La frase "Apuestas son apuestas" implica que Esteban está, de alguna manera, continuando esa misma apuesta o ese mismo camino.
El capítulo concluye con la familia alejándose, pero con la certeza implícita de que volverán. El "sendero espiralado, un infinito camino en ocho" que vuelve al mismo lugar simboliza la naturaleza cíclica de la búsqueda y la vida misma, indicando que su llegada a Capilla del Monte en 1999 no es el final, sino el comienzo de su propia inmersión en los misterios del lugar. La sombra de la iglesia y la presencia solitaria del galgo al final refuerzan la atmósfera intemporal y enigmática que perdura en el sitio.
"CAMINATA MATINAL" es un capítulo clave que une los cabos sueltos de la narrativa histórica con el protagonista del presente, Esteban. A través de una experiencia mística en la iglesia y el hallazgo de un objeto que atraviesa el tiempo, se confirma que la búsqueda del Grial y el conocimiento en Capilla del Monte es una historia viva, esperando ser retomada por la nueva generación, haciendo de Esteban el heredero involuntario de la misión de Pedro Zaninni.
La sección titulada "NOTA FINAL" no es un capítulo narrativo más, sino una reflexión directa del autor, José E. Ossemani, sobre los temas centrales explorados en "El Constructor de Categriales". Funciona como un epílogo filosófico que destila el mensaje y la interpretación de la compleja trama de historia, mito y esoterismo que hemos recorrido.
Más Allá de la Novela: Otras Búsquedas y la Perversión del Poder:
La nota comienza mencionando que la búsqueda del Grial en tierras argentinas no se limitó a la figura de Zaninni. Existieron otras "expediciones secretas", incluso durante y después de la Segunda Guerra Mundial, que rastrearon este misterio en diversas regiones del país, como Córdoba, Sierra de la Ventana, La Pampa y la Patagonia. Esto amplía el contexto de la búsqueda más allá de la novela y sugiere que el interés en estos tesoros o conocimientos ocultos ha sido una constante histórica, a menudo ligado a agendas ocultas.
Sin embargo, el autor subraya que no todos quienes buscan "hallaron el camino hacia la verdad". Advierte que una acción "mágica" o una búsqueda impulsada por el "terror y la muerte" (como la representada implícitamente por Schilemann y las organizaciones vinculadas a él) nunca será duradera ni eficaz, porque obra "en contra de la naturaleza".
La Verdadera Naturaleza del Poder y el Grial:
El mensaje central y más potente de la nota es la redefinición de la naturaleza del poder y del Grial mismo. El autor afirma categóricamente: "El poder no se encuentra en objetos sagrados ni en lugares geográficos especiales". El verdadero poder es "inherente a la Divinidad" y reside "en el interior mismo del ser humano, en su centro esotérico".
El Grial, por lo tanto, no es solo el cáliz o el objeto físico, sino un símbolo universal. Es "como una fórmula física que nada dice ante los ojos de un profano". Contiene "los misterios más profundos de la humanidad", pero solo es inteligible para quien tiene la "clave", es decir, el nivel de conciencia adecuado para comprenderlo. No necesita ser escondido externamente, porque su verdadera naturaleza lo mantiene inaccesible para quienes no están preparados.
La Búsqueda Esotérica como Camino Individual:
El autor distingue la "búsqueda individual" hacia la "perfección" del proselitismo o la búsqueda masiva de "poderes extraños". Las "verdaderas enseñanzas" son secretas no por elitismo, sino porque solo pueden ser alcanzadas por "propia determinación" y cuando el "estado de conciencia del individuo esté acorde con ese nivel de conocimiento". No hay atajos ni "cursos mágicos". El camino requiere esfuerzo y un proceso de "iniciación" personal (como el de Jesús para convertirse en Cristo).
Un Llamado Final al Lector:
La nota concluye con un mensaje directo e íntimo al lector, instándolo a la auto-reflexión. Advierte que el lector podría estar "frente al Grial" (la verdad, el conocimiento, el propio centro esotérico) en cualquier momento, pero si no tiene la comprensión necesaria, solo verá "una triste copa vacía". El autor invita a la verdadera búsqueda: "Busca y bebe de tu propio Grial, el único, el universal, el eterno".
La nota finaliza con un agradecimiento del autor por compartir este "momento de tu vida" y la inclusión de una cita de Albert Einstein sobre el "sentido del misterio" como fuente de verdadero arte y ciencia, uniendo así lo racional y lo místico que se han entrelazado a lo largo de la novela. El detalle de la fecha de impresión del libro (1 de julio de 2000) ancla esta reflexión final en un tiempo y lugar concretos.
En resumen, la "NOTA FINAL" de "El Constructor de Categriales" ofrece una clave interpretativa esencial. Aclara que la fascinante narrativa de la novela, con sus búsquedas históricas, sus mitos y sus descubrimientos subterráneos, es una alegoría del viaje espiritual individual. El verdadero tesoro no es un objeto externo, sino la sabiduría y el poder que residen en el interior del ser humano, esperando ser descubiertos a través de la conciencia y la iniciación personal. Es un llamado a trascender la búsqueda material y a emprender el camino hacia el propio Grial interior.